Cae en cataluña una trama china que se dedicaba al tráfico de ciudadanos de este país


La Guardia Civil ha desarticulado en Cataluña una organización criminal china que se dedicaba al tráfico de ciudadanos de este país asiático. La red traía a estas personas a Europa para explotarlas sexualmente hasta que pagaban los 30.000 euros que se les exigía por el viaje.
Según informó el Instituto Armado, en el marco de la llamada ‘operación Trator’, que continúa abierta, se ha procedido a la detención 18 presuntos integrantes de la red, de nacionalidad china y coreana, a los que se imputan los delitos de delitos de favorecimiento de la inmigración y tráfico de drogas.
En el marco de la actuación de la Benemérita se han llevado a cabo un total de 11 registros en Barcelona, Badalona y Santa Coloma de Gramanet.
Los detenidos formarían parte de una organización criminal asentada en la provincia de Barcelona y con ramificaciones en varios países, como China y Reino Unido. Se estima que, durante el último año, la organización desarticulada habría obtenido unos beneficios de unos 10.800.000 euros con el tráfico de personas.
La investigación ha sido dirigida por el juzgado de Instrucción número 21 de Barcelona y la Guardia Civil ha contado con el apoyo de Interpol. Esto ha llevado a que se hayan producido, en el marco de la ‘operación Trator’, más de 40 detenciones de inmigrantes irregulares en diferentes países como Reino Unido, Italia, Francia, Irlanda y Suiza.
“PISOS-PROSTÍBULO”
Estas intervenciones han resultado de gran importancia para el desarrollo de la investigación y para poder probar su estructura como organización y el funcionamiento de la red ahora desarticulada.
La trama desarticulada hacía viajar a las víctimas de China a España con su propia documentación y, una vez en territorio nacional, eran privados de la misma y provistos de pasaportes falsos o robados para poder viajar a un tercer país.
Desde que llegaban a España hasta que recibían la documentación necesaria para salir, los inmigrantes eran hacinados en “pisos patera” controlados por el grupo criminal.
La organización contaba con varios “pisos-prostíbulo” donde explotaban sexualmente a las víctimas hasta que pagaban su “deuda”, obligándolas también a distribuir sustancias estupefacientes entre sus clientes.
Se estima que durante el último año, la organización habría obtenido unos beneficios de unos 10.800.000 euros de ingresos con el tráfico de personas, a las que cobraban unos 30.000 euros por traerlas a Europa.

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