Cae grupo organizado por más de 40 robos en residencias de verano en Málaga

  • La Guardia Civil ha desarticulado un grupo organizado al que acusa de más de cuarenta robos en viviendas de verano en la provincia de Málaga, en una operación en la que han sido detenidos los cinco integrantes de la banda.

Málaga, 8 ago.- La Guardia Civil ha desarticulado un grupo organizado al que acusa de más de cuarenta robos en viviendas de verano en la provincia de Málaga, en una operación en la que han sido detenidos los cinco integrantes de la banda.

En los registros practicados se han intervenido objetos como ordenadores portátiles, teléfonos móviles, joyas, relojes, dinero en metálico y prendas de vestir utilizadas para cometer los robos, ha informado hoy la Guardia Civil en un comunicado.

Antes de que agentes procedieran al registro del domicilio del cabecilla, otro integrante de la red que se refugiaba en la vivienda intentó darse a la fuga y saltó desde la terraza de un tercer piso hasta otra situada en una planta inferior, aunque quedó atrapado en ella al encontrarse cerrada.

Las investigaciones empezaron a principios de mayo tras producirse una serie de robos en viviendas de los municipios malagueños de Nerja y Benahavís, cuyos residentes eran principalmente extranjeros.

Tras las entrevistas mantenidas con los testigos, agentes de la Guardia Civil localizaron en Torremolinos un vehículo que coincidía con los datos que aportaron las víctimas, y el copiloto encajaba con la descripción facilitada, por lo que se estableció un dispositivo de control y fueron detenidos los cinco integrantes del grupo.

Los ladrones realizaban un estudio minucioso de la seguridad de las viviendas, seleccionaban las que se encontraban vacías en las horas centrales del día -entre el mediodía y las cuatro de la tarde- y aprovechaban las rutinas de los residentes en vacaciones.

Actuaban en parejas y un conductor se encargaba de la vigilancia del exterior, mientras que el jefe del grupo se ocupaba de la apertura de la puerta.

Una vez dentro de la vivienda, se apropiaban de teléfonos móviles de última generación, ordenadores portátiles, tabletas, bolsos, carteras, joyas, relojes y dinero en metálico.

Para desplazarse desde Torremolinos a las urbanizaciones escogidas en otros lugares de la Costa del Sol, el cabecilla se alternaba con dos delincuentes de plena confianza que usaban sus propios vehículos para los desplazamientos.

Perpetrados los robos en las viviendas, los integrantes del grupo entregaban lo sustraído a otros dos cómplices, uno de Torremolinos y otro de Manilva.

La organización cambiaba de forma continua los vehículos y conductores con la pretensión de despistar a los agentes.

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