La Generalitat está intentando tender puentes con las empresas de origen catalán que abandonaron la comunidad autónoma con motivo del proceso independentista y fijaron su sede social en otra parte del territorio nacional. Diferentes dirigentes del Govern de Quim Torra están contactando con firmas que se trasladaron hace ahora prácticamente un año con el objetivo de que sopesen la posibilidad de retornar a su territorio originario y poner fin a un periodo de 'exilio'. El principal objetivo del Ejecutivo catalán es que los dos buques insignias de los negocios en Cataluña, CaixaBank y Sabadell, retornen a sus sedes históricas de la Diagonal de Barcelona.
"Contacto permanente" es el término que la Generalitat utiliza para referirse a esta estrategia de apaciguamiento que está desplegando con un sector empresarial, especialmente el bancario, que se marchó de Cataluña por la amenaza que suponía para sus negocios el desafío independentista. "Nuestro objetivo es revertir la salida" de las compañías que se marcharon de Cataluña tras el 1 de octubre, admiten fuentes conocedoras de una estrategia que lidera Pere Aragonès, vicepresidente del Govern y consejero de Economía y Hacienda.
Interlocución del Govern con los bancos existen, y al más alto nivel. Es decir, de los principales dirigentes de la Generalitat con los directivos y ejecutivos de las entidades financieras, según reconocen a La Información fuentes tanto de CaixaBank como de Sabadell.
Pero, ¿les está presionando la Generalitat para regresar? En la firma presidida por Jordi Gual y dirigida por Gonzalo Gortázar prefieren no realizar comentarios sobre si el Govern les ha contactado para retornar a su sede en Barcelona. En Sabadell, por su parte, afirman que todavía no ha habido conversaciones en este sentido, lo cual -añaden- no quiere decir que a la vuelta de las vacaciones de agosto no puedan producirse esos acercamientos.
Los bancos descartan volver a Cataluña
Pero volver a Cataluña es algo que en ninguna de los dos grandes bancos se plantean. Caixa y Sabadell descartan rotundamente regresar a un territorio del que salieron para no volver. Marcharse de sus sedes históricas fue una decisión muy meditada, estudiada e incluso favorecida por el Gobierno a través del famoso 'decreto Guindos'.
Y, además, se hizo 'sine die'. Por eso en su hoja de ruta no se encuentra el volver. Lo dijo Josep Oliú tras el primer consejo de administración de Sabadell en Alicante: la marcha de Barcelona "no tiene fecha de caducidad", postura que se mantiene en este momento.
Mientras esto ocurre, la Generalitat está intentando 'ablandar' no solo a los bancos, sino también a otras grandes compañías que pusieron tierra de por medio y trasladaron su sede social de Cataluña, como Naturgy y Abertis. Algunos sectores independentistas han propuesto iniciar una campaña de presión contra estas compañías para denunciar que ya no son empresas catalanas. Sin embargo, desde el Govern se ha exigido paciencia y perfil bajo, por el momento.
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