Hasta el fin de la alarma

Calviño plantea prorrogar la moratoria concursal y evitar un 'shock' en la UE

La avalancha de concursos y quiebras empresariales que pueden abrirse de repente perjudicaría la negociación del plan de reformas y el reparto de los fondos de la UE que deben estar listos en abril.  

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Nadia Calviño
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La vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, se plantea una prórroga de la moratoria concursal que vence el próximo 14 de marzo como única opción ante el hecho de que una avalancha de quiebras o procesos concursales tras un año de congelación pueda penalizar a España en Bruselas en el momento clave de la negociación de las ayudas y el plan de reformas. Fuentes cercanas a esa decisión, tanto en Madrid como en la capital europea, aseguran que el aplazamiento de la obligación legal de declararse en concurso permitirá, además, que muchas de esas empresas con serias dificultades de solvencia o ‘zombis’ tengan una última oportunidad de salir adelante con el plan de 11.000 millones en ayudas directas y renegociación de los créditos ICO que ahora se abre, dado que una vez que estén legalmente en concurso no pueden acceder a más ayudas públicas.

Todos los datos que se manejan en el Banco de España y por parte de los economistas forenses apunta a que los poco más de 4.000 concursos voluntarios que se han declarado en 2020, sin la obligación legal de hacerlo por la moratoria, pueden multiplicarse de repente por diez cuando se reintegre la obligación legal de hacerlo a las empresas y particulares que tengan más deudas que activos, lo que además de generar un colapso en los juzgados de lo Mercantil, puede revelar una imagen de la economía española mucho peor de lo que se espera tras la crisis sanitaria y generar dudas sobre algunas de las previsiones de recuperación que se manejan en el Gobierno.

La Administración española está en ese mes de marzo aplicando el plan de trabajo y el reparto de los equipos de funcionarios que deben encargarse de la gestión de los fondos europeos, tanto en Moncloa como en los diferentes ministerios implicados, principalmente Economía, Hacienda, Industria, Transición Ecológica y Fomento. Al mismo tiempo, abril será el mes clave para aprobar los proyectos que deben salir adelante con la primera parte de los fondos europeos adjudicados a este ejercicio, a partir de las Manifestaciones de Interés (MDI) los PERTE, a partir del decreto de gestión aprobado en el Congreso y una vez que se aclare la maraña administrativa que conllevan. 

Ese proceso va paralelo a la aprobación del plan de reformas de la economía española sobre el que Bruselas y sus socios tienen puesta la lupa (pensiones, reforma fiscal, formación profesional, políticas activas de empleo, etc.), sobre el que puede caer como un jarro de agua fría una ola de miles de procesos concursales, si se reactiva la obligación legal de hacerlo en caso de insolvencia de hecho. El Banco de España llegó a estimar que entre un 7% y un 10% de las pymes españolas estaban en situación de riesgo, lo que supone que más de 220.000 compañías son susceptibles de entrar en concurso, tras un año de burbuja y retención de este tipo de procesos. 

Todo apunta a que la ampliación de la moratoria concursal se va a llevar hasta el final del estado de alarma, en la primera quincena de mayo, si bien la mayor parte de los expertos consultados, tanto economistas como abogados expertos en reestructuraciones o administradores concursales profesionales, aseguran que un aplazamiento de la moratoria solo servirá para alargar más la agonía de muchas empresas que ya tienen imposible salir de su situación sin declararse en concurso. 

Reforma paralela de la ley

La otra gran clave para paliar o solventar de la mejor manera posible los procesos concursales en que se puede ver implicada la economía, con un sistema judicial en materia mercantil colapsado de antemano por cuestiones como las cláusulas suelo, el IRPH o el llamado ‘impuesto de las hipotecas’, es la reforma paralela, que debería estar lista en junio, de la Ley Concursal. Se trata de la adaptación de esa normativa a la directiva europea aprobada al efecto, que pretende dar mas agilidad a los procesos y no frenar la resolución de los casos viables por la lentitud de los tiempos judiciales.

Desde el Registro de Economistas Forenses (Refor) se hace hincapié en la necesidad de establecer, en esa reforma legal, los sistemas de detección temprana de situaciones de insolvencia, de forma que, antes de declararse el concurso y entrar en la vía judicial, se puedan establecer soluciones que garanticen la viabilidad de los proyectos empresariales. En ese contexto se puede regular el llamado ‘pre-pack’ del modelo anglosajón, que permite llegar a acuerdos para la venta o enajenación de unidades productivas de una empresa en dificultades que evite su liquidación final.

La opción de reforzar ese momento previo al concurso para buscar acuerdos de viabilidad que salven a las empresas obliga a llegar a acuerdos con los acreedores, sobre todo la banca, y con otras entidades interesadas en todo o parte del negocio insolvente. La clave está en que ese proceso lo dirija un experto en cuestiones legales y contables (abogado, economista o ambas cosas), que cuide las condiciones de transparencia y legitimidad de la operación, evite situaciones de abuso y lleve al juez una solución que se pueda aplicar de manera rápida y segura. Sería una especie de administrador concursal único, que ya opera en otros mercados como el británico o el portugués, que se implique de forma profesional en la salvación de la empresa.

Los economistas forenses, que reclaman para sí esta nueva actividad, han creado incluso una aplicación para examinar cada caso y comprobar qué empresas pueden ser viables en unas condiciones óptimas y cuáles se han convertido ya en ‘zombis’, con pocas opciones de salir a flote por más que se prorrogue la moratoria concursal.  Desde los equipos multidisciplinares de los despachos de derecho de los negocios, en los departamentos de reestructuraciones e insolvencias, también cuentan con equipos especializados en este tipo de procesos. 

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