Las competencias que nunca quiso perder

Calvo se mueve con el PSOE para poner en duda la cartera de Igualdad de Montero

Carmen Calvo jura su cargo
Carmen Calvo jura su cargo
EFE

La bronca en el Gobierno de coalición no cesa. A pesar de que el motivo que desató los primeros grandes problemas, que fue la presentación en Consejo de Ministros de la reforma de la ley de libertad sexual, ya se ha resuelto, la polvareda no ha hecho más que acrecentarse en las últimas horas. Una tensión que sigue desatada tras la publicación de las correcciones que hizo el Ministerio de Justicia al anteproyecto de la legislación del 'solo sí es sí', donde se deja en muy mal lugar al texto que el equipo de Irene Montero envió al departamento de Juan Carlos Campo. Un asunto controvertido que tiene como fondo el enfado del PSOE desde hace más de dos meses por haber perdido las competencias del Ministerio de Igualdad que tenía Carmen Calvo. Algo a lo que la parte feminista de los socialistas no se resigna, ya que están abiertas a recuperarlas en cuanto sea posible. 

Esta pugna, que hasta el momento solo se había conocido a través de publicaciones como La Información, ya empieza a trasladarse al ámbito de las declaraciones públicas. El que abrió la espita fue el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que habló abiertamente de las "modificaciones" que había sufrido la redacción que había preparado Igualdad para la futura Ley Orgánica de Garantía de la Libertad Sexual. Para Iglesias, lo que se había producido eran "excusas técnicas", que eran responsabilidad de "mucho machista frustrado". Unas palabras contundentes que no fueron dirigidas a nadie en concreto, ya que no mencionó ningún nombre. Pero que todo apuntaba a que iban dirigidas hacia el Ministerio de Justicia, que es el que había revisado y compelido al equipo de Irene Montero para que diera una vuelta al articulado de la norma.

Ante la polémica, y tras unas semanas de silencio, Campo no ha tardado ni 24 horas en reaccionar a lo dicho por Iglesias. El titular de Justicia ha admitido que departamentos como el suyo o el de Hacienda son "más antipáticos" para el resto de sus compañeros, ya que son 'examinadores' de todo lo que estos presentan. Algo que justifica con que "nos ponemos tiquismiquis para que las leyes que salgan de un Gobierno sean lo más perfectas posibles. No hay ningún tipo de reproche". Pero, y aunque ha defendido que la reforma de la libertad sexual es un proyecto de todo el Ejecutivo y ha negado que existan bloqueos, no ha evitado responder al vicepresidente segundo. "A veces, los políticos hablamos demasiado", ha espetado Campo, que ha reiterado que la coalición es "feminista" y está "orgulloso" de la nueva legislación.

Por si quedaban dudas de quien propuso esos cambios en el texto del 'solo sí es sí', apenas horas después se conoció el informe de 26 páginas que la cartera de Juan Carlos Campo hizo sobre el mismo. El documento, desvelado por la Cadena SER, señalaba múltiples errores, fallos de redacción e incluso advertencias de que había artículos calcados de otras leyes, como la de violencia de género. Estos detalles han servido para echar más leña al fuego a un asunto que ya estaba lo suficientemente encendido, a pesar de que desde Igualdad insisten en que se centran en celebrar de que se haya iniciado el camino de la "primera ley feminista del Gobierno". Pero las fuentes consultadas insisten en que todos los problemas vienen por la "actitud de Calvo y Campo". 

Siguen los dardos

Desde los morados llevan dos semanas poniendo en el foco a la vicepresidenta y al ministro, que además de compartir su vinculación al socialismo andaluz también coinciden en que son juristas de profesión. En lo que respecta al titular de Justicia, las fuentes consultadas por esta redacción explican en que este "no asume que Podemos esté en el Gobierno", a pesar de que admiten que tiene la potestad de revisar todo cambio normativo que se impulse. Ocurre lo mismo en parte con Calvo, que es la que lidera la reunión que prepara los contenidos que van al Consejo de Ministros un día antes con los secretarios y subsecretarios de Estado. Pero desde los de Iglesias se considera que, además de estar incómoda con su presencia en el Ejecutivo, otro de los grandes problemas es que la 'número 2' de Sánchez sigue contrariada por no tener las competencias de Igualdad

A pesar de que este ministerio tiene un peso más simbólico y no tiene tanta capacidad para legislar como otros, en el PSOE no sentó nada bien que el presidente del Gobierno se lo cediera a Unidas Podemos. Hasta el diseño de la coalición, Calvo era quien lideraba la estrategia de Igualdad en el Ejecutivo, siendo la representante principal del feminismo dentro del mismo. Es esa parte feminista de los socialistas, que es una cuestión sobre la que hay unanimidad en el partido y que atraviesa a todo el mismo, la que más puso el grito en el cielo cuando se conoció que la 'jefa' de Igualdad sería una dirigente de Podemos. El colofón fue la salida de la Secretaría de Estado de Igualdad de Soledad Murillo, todo un referente nacional en la materia que fue una de las grandes 'víctimas' del pacto firmado por Sánchez e Iglesias. 

Pero en Ferraz no se han rendido. Y la vicepresidenta primera está ejerciendo de representante de esa oposición a Montero y, por extensión, al vicepresidente segundo. Aunque sobre este último, Calvo también tiene reservas con que se haya acercado tanto a Sánchez e incluso ya forme parte de los 'maitines' de los lunes en Moncloa, a los que solo acude el entorno más cercano al presidente. Lo mismo ocurre con la presencia del líder de los morados en la Comisión Delegada para Asuntos de Inteligencia, como ya contó este diario. Una pugna en la que la socialista andaluza ha encontrado a su compañero de la cartera de Justicia. Y los dardos, a esta hora, no cesan. El último ha llegado de la directora del Gabinete de la ministra de Igualdad, Amanda Meyer, que ha publicado en Twitter que es machismo "tratar a mujeres adultas como menores de edad".

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