Cameron a Pekín para promover inversión, dejar atrás rencillas por Dalai Lama

  • El primer ministro británico, David Cameron, inicia este lunes una visita oficial a China en la que buscará promover las inversiones del gigante asiático en el Reino Unido y dejar atrás las rencillas entre ambos países después de que él se reuniera con el Dalai Lama en Londres el año pasado.

Macarena Vidal

Pekín, 1 dic.- El primer ministro británico, David Cameron, inicia este lunes una visita oficial a China en la que buscará promover las inversiones del gigante asiático en el Reino Unido y dejar atrás las rencillas entre ambos países después de que él se reuniera con el Dalai Lama en Londres el año pasado.

La visita, hasta el día 4 y durante la que Cameron se reunirá con el presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang, se produce después de que el primer ministro abandonara los planes para viajar el pasado abril, cuando desde Pekín se le transmitió que las nuevas autoridades chinas no estarían disponibles.

Aunque entonces el argumento oficial fue que Xi y Li debían aún asentarse en sus cargos -habían asumido la jefatura de Estado y la de Gobierno, respectivamente, tan sólo un mes antes-, el aplazamiento se interpretó como un "castigo" al Gobierno británico después de que Cameron y el viceprimer ministro, Nick Clegg, hubieran recibido al líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, en Downing Street en mayo del año pasado.

La congelación de los lazos supuso un duro revés para Londres, dada la creciente importancia de los lazos comerciales y financieros entre los dos países.

China es el segundo socio comercial británico fuera de la Unión Europea y se espera que el comercio bilateral supere los 100.000 millones de dólares para 2015.

Según los datos oficiales chinos, en los diez primeros meses de este año el comercio entre los dos países creció un 7,5 por ciento y alcanzó un volumen total de 56.100 millones de dólares.

Y desde este año, las empresas chinas han invertido o planean invertir en una decena de grandes proyectos británicos, valorados en cerca de 5.000 millones de dólares, como la central nuclear de Hinckley Point.

Pero un estudio del Ministerio de Asuntos Exteriores británico encontró el pasado enero que la cuota británica de mercado en China es de apenas un 1 por ciento.

A la luz de estos datos, el primer ministro británico aseguró en una entrevista concedida al diario oficial "China Daily" que durante su visita buscará una relación más profunda y fuerte entre los dos países.

"Hay una auténtica oportunidad y queremos ser parte del futuro éxito de China", declaró el primer ministro británico, quien aludió en este sentido al programa de reformas que el régimen ha aprobado hace dos semanas.

Entre las inversiones chinas que Cameron quiere alentar se encuentra la segunda fase del tren de alta velocidad en el Reino Unido, que conectará Londres con las principales ciudades británicas y cuya primera etapa de construcción, para conectar la capital con Birmingham, en el centro de Inglaterra, está previsto que comience en 2017.

Según el primer ministro, "vamos a ver aún más cooperación en el área de infraestructuras".

Las relaciones bilaterales "deberían incluir relaciones diplomáticas de alto nivel, relaciones comerciales y empresariales de alto nivel, aunque sin olvidar la importancia de las relaciones entre los dos pueblos y los lazos culturales".

La visita de Cameron se produce después de que el ministro de Economía británico, George Osborne, visitara Pekín el pasado octubre, para participar en el V Diálogo Económico-Financiero entre los dos países.

Durante esa visita, los dos países acordaron profundizar su cooperación económica y financiera y mejorar su coordinación en asuntos económicos internacionales.

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