Campaña con detenciones en Galicia y con vuelta abertzale sin ETA en Euskadi

  • La campaña electoral arranca en la medianoche de mañana con las detenciones de empresarios, policías y políticos como telón de fondo en Galicia, y con la ambición de la izquierda abertzale, coaligada en EH-Bildu, por ser clave en el primer Parlamento que los vascos eligen sin la sombra de ETA.

Vigo/Vitoria, 3 oct.- La campaña electoral arranca en la medianoche de mañana con las detenciones de empresarios, policías y políticos como telón de fondo en Galicia, y con la ambición de la izquierda abertzale, coaligada en EH-Bildu, por ser clave en el primer Parlamento que los vascos eligen sin la sombra de ETA.

En Euskadi, los partidos nacionalistas encaran el camino hacia el 21 de octubre con el claro objetivo de recuperar la hegemonía en el Parlamento Vasco y convertir en un paréntesis entre ejecutivos del PNV los cuatro años de gobierno socialista.

En Galicia, la maraña policial y judicial de la operación "Pokemon" y la confusión en torno a los contratos de la Xunta con Pemex para construir dos hoteles flotantes se colarán en una campaña en que los gallegos se debatirán entre la continuidad de un gobierno presidido por Alberto Núñez Feijóo y otro alternativo con alianzas a dos, tres o más bandas.

El primer terremoto social y político se produjo en esa autonomía con la denominada Operación Pokemon, que investiga presuntas irregularidades en la concesión de servicios públicos municipales, y en el marco de la cual han sido detenidos empresarios, policías y políticos de todos los colores.

Entre ellos, los alcaldes, ya dimitidos, de Ourense, Francisco Rodríguez (PSOE), y de Boqueixón (A Coruña), Adolfo Gacio (PP), así como el concejal del BNG Fernando Varela en el Ayuntamiento de la Ciudad de las Burgas.

Luego vino la confusión generada por el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, cuando negó que hubiera firmados contratos con los astilleros Navantia y Barreras para construir sendos hoteles flotantes, a pesar del acto público de rúbrica celebrado en Santiago ante la presencia de Núñez Feijóo.

Así es que los imprevistos han terminado empañando los guiones cocinados en las sedes de los partidos, marcados en el caso del PP por el doble desafío de conseguir para Alberto Núñez Feijóo la mayoría absoluta de 2009 y resistir el desgaste de todo gobierno al que le toca gestionar en tiempos de crisis.

Enfrente, los candidatos de la oposición, Pachi Vázquez y Francisco Jorquera, se postulan, cada cual a su manera, como alternativa y "dique" ante las políticas de austeridad de las que Feijóo ha hecho su bandera, aunque PSOE y BNG, que cogobernaron entre 2005 y 2009 bajo el liderazgo de Emilio Pérez Touriño, no son los únicos que reclaman ese papel en un mapa electoral gallego marcado esta vez por las escisiones del nacionalismo y la irrupción de fuerzas como la del exbanquero Mario Conde.

En Euskadi, en su objetivo de ganar las elecciones del 21 de octubre y volver a Ajuria Enea, el PNV tendrá que enfrentarse a la irrupción pujante de la coalición EH Bildu, que podría convertirse en la segunda fuerza parlamentaria, a la vista de los sondeos publicados hasta ahora.

Tras ellos, el PP y el PSE -actualmente en el Gobierno gracias al apoyo inicial de los populares- pelearían, según las encuestas, por ocupar el tercer puesto en el arco parlamentario. Ezker Batua y UPyD, harían lo propio por mantener su escaño.

En esta cita electoral, los partidos nacionalistas podrían recuperar la hegemonía en la Cámara vasca e incluso liderar el Parlamento más nacionalista de la historia, después de que en la legislatura que acaba de concluir los partidos llamados constitucionalistas (PSE-EE, PP y UPyD) lograran por primera vez la mayoría.

Este cambio vino favorecido hace cuatro años por la ausencia de la izquierda abertzale, cuyas candidaturas fueron anuladas por los tribunales, que consideraron que la elaboración de ambas listas había sido dirigida "por el entramado ETA-Batasuna".

Ahora, la izquierda abertzale regresa con fuerza al Parlamento Vasco con la coalición EH-Bildu y podría convertirse en la segunda fuerza en la Cámara, algo que no conseguía desde la primera legislatura de la democracia, aunque sus once parlamentarios no acudieron al legislativo, lo que permitió a Carlos Garaikoetxea (PNV) gobernar con comodidad.

Los comicios vascos del próximo día 21 serán los terceros de la democracia que se celebren antes del fin natural de la legislatura, que podría arrojar un arco parlamentario únicamente compuesto por cuatro partidos políticos, algo inédito hasta la fecha, ya que el número de fuerzas parlamentarias en Euskadi nunca ha bajado de cinco y en la mayoría de legislaturas ha sido de siete.

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