Canadá: liberales de Trudeau logran mayoría absoluta en el parlamento

  • El Partido liberal (centro) obtuvo el lunes mayoría absoluta en el parlamento canadiense y su líder Justin Trudeau deberá formar el próximo gobierno, poniendo fin a nueve años de dominio conservador, según proyecciones de las cadenas de televisión CTV y CBC.

Justin Trudeau, dos años después de tomar las riendas del partido, sucederá al conservador Stephen Harper, quien buscaba un cuarto mandato.

Desde su bastión en Calgary (oeste), Harper reconoció su derrota y felicitó a Trudeau.

"Hemos elegido a un gobierno liberal, es un resultado que acepto sin vacilar", admitió el primer ministro saliente, afirmando que construyó "un Canadá más fuerte que nunca", desde su ascenso al poder en 2006. "Hablé con Trudeau y lo felicité", agregó, sin aludir a sus planes.

Sin embargo, minutos antes, un comunicado de su partido anunciaba el retiro de Harper de la dirección de los conservadores.

"He hablado con el Primer ministro Stephen Harper y me instruyó para que me comunicara con el grupo parlamentario electo a fin de designar a un líder interino" y comenzar el proceso para seleccionar a un nuevo líder, expresó el presidente del partido Conservador, John Walsh en una declaración.

Los primeros resultados mostraron que los liberales barrieron con los 32 escaños en las provincias atlánticas del país, duplicando su apoyo popular en la región, y se puntuaron bien en provincias clave de Ontario y Quebec.

Según las proyecciones disponibles hacia las 23H00 locales (03H00 GMT del martes), los liberales se habían asegurado la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, con 43% de los votos luego de escrutarse la cuarta parte de los sufragios.

Los liberales superarían las 170 bancas, en un total de 338, contra un centenar de los conservadores del primer ministro saliente.

A los 43 años, el hijo del exprimer ministro Pierre Elliott Trudeau debe permitir a los liberales recuperar el poder en Canadá, país que gobernaron durante la mayor parte del siglo XX.

En un mes los liberales dieron vuelta a la tendencia ganando seis puntos.

Sus partidarios explotaron en vivas en un hotel de Montreal al oir las primeras proyecciones.

"Conozco a Justin Trudeau desde hace mucho tiempo, es una persona muy cortés y honesta", dijo uno de ellos, Max Liberman a la AFP.

Para muchos canadienses, la elección era un referéndum sobre el rígido estilo de liderazgo de Harper, así como sobre quién sería más apto para instrumentar la recuperación de la alicaída economía del país.

Al desplegar su último esfuerzo por atraer a los votantes indecisos, Trudeau, quien votó en Montreal acompañado de su mujer y tres hijos, dijo este fin de semana que los liberales ofrecían "no sólo un cambio en el gobierno, sino un mejor gobierno".

La opinión pública osciló fuertemente durante esta campaña electoral de 78 días, la más larga de la historia de Canadá.

En definitiva, "hubo una especie de mini Trudeaumania", sobrevolando la campaña, dijo Claude Denis, profesor de ciencias políticas en la universidad de Ottawa.

Harper venía enfrentando un poderoso deseo de cambio del electorado y su imagen había caído a mínimos históricos. En los nueve años al mando del gobierno, con un período en minoría y otro con mayoría parlamentaria, nunca superó un 40% de los votos.

El gobernante había alertado a los canadienses que tendrían que pagar más impuestos con un gobierno liberal o del Nuevo Partido Democrático(NDP, izquierda).

La situación económica difícil, con la caída de la cotización del petróleo, y temas de política exterior como la poco decidida actitud del gobierno de Harper de acoger un número importante de refugiados de la guerra en Siria -al contrario de sus rivales- habrían también tenido su influencia en el resultado de las elecciones.

El tema de la participación de Canadá en la coalición internacional, será revisado, puesto que Trudeau se comprometió a poner fin a los ataques aéreos, aunque dijo que mantendrá su ayuda a las fuerzas iraquíes y kurdas.

Trudeau prometió incrementar los impuestos a los ricos y recortarlos a los canadienses de clase media e invertir miles de millones de dólares en infraestructura para impulsar la economía.

El partido socialdemócrata (NPD), liderado por Thomas Mulcair, luego de alcanzar la segunda posición en la elección de 2011, buscaba llegar al gobierno por primera vez.

Pero el NPD se desinfló en la últimas semanas, perdiendo un apoyo clave en la provincia de Quebec por su oposición a la popular prohibición del uso del niqab, con el que cubren su cabeza algunas mujeres musulmanas, terminando en tercer lugar.

En total se habían registrado 26,4 millones de votantes para elegir al nuevo legislativo.

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