Candidatos a la presidencia iraní plantean sus posturas sobre arte y cultura

  • Los ocho candidatos a las elecciones presidenciales de Irán abordaron hoy en la televisión oficial el arte y la cultura como bases del régimen teocrático que sustenta la República Islámica, en el segundo de los tres debates que mantendrán en directo antes de los comicios del 14 de junio.

Teherán, 5 jun.- Los ocho candidatos a las elecciones presidenciales de Irán abordaron hoy en la televisión oficial el arte y la cultura como bases del régimen teocrático que sustenta la República Islámica, en el segundo de los tres debates que mantendrán en directo antes de los comicios del 14 de junio.

Todos los aspirantes, de los que uno tendrá que sustituir al frente de Ejecutivo a Mahmud Ahmadineyad, quien cumple ahora los dos periodos consecutivos en la presidencia que permite la Constitución, destacaron la importancia de una cultura y un arte propios para el desarrollo de la sociedad.

Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y considerado el candidato favorito del régimen dentro de la disputa entre ultraconservadores principalistas por la Presidencia, defendió un "arte no separado de la política y una cultura propia que puede dar "mucha más fuerza al país".

En la misma línea ideológica, el rival más directo de Jalili, el alcalde de Teherán Mohamad Bagher Qalibaf, recalcó que lo esencial de un país es la independencia y agregó que, para sostenerla, necesita su propia cultura.

Otro principalista en liza, Ali Akbar Velayati, exministro de Exteriores y asesor en política internacional del líder supremo, Ali Jamenei, advirtió de que en Irán "la invasión cultural existe", pero dijo que el remedio no es la censura, sino una política cultural adecuada.

Muy cerca de Velayati, el diputado conservador y expresidente del Parlamento Gholam Ali Hadad Adel defendió el arte como vía de creación de cultura en el país, mientras el tecnócrata Mohamad Gharazi insistió en la defensa de la cultura islámica en Irán frente a otras importadas.

Los dos candidatos reformistas moderados que podrán participar en los comicios, Mohamad Reza Aref y Hasan Rohani, criticaron la actual situación de la cultura en el país, propugnaron una mayor libertad en estos campos y señalaron que debe salir de la tutela gubernamental, ya que los artistas "no son funcionarios".

El también conservador Mohsen Rezaei hizo un discurso en el que indicó que, mientras persistan los problemas sociales y económicos en el país, "los programas culturales no serán eficaces".

Por otro lado, en viajes relámpago, los candidatos recorren Irán para reunirse con sus seguidores y plantear sus propuestas de la campaña, que se lleva a cabo, sobre todo, en los medios de comunicación.

Jalili ha estado en los últimos días tanto en el suroeste como en el sureste de Irán, donde ha defendido cuestiones tan diversas como que el país realice las actividades de enriquecimiento de uranio "hasta el tope de su capacidad" y que se convierta en un punto de paso comercial entre Oriente y Occidente.

Sobre cuestiones más concretas, Qalibaf ha defendido un plan de reformas para recortar los subsidios a los productos energéticos y básicos que el Gobierno de Ahmadineyad trata de llevar a cabo, pero criticó la forma de aplicación, que, dijo, destruye el sistema productivo y provoca inflación y caída del poder adquisitivo.

Velayati ha insistido en negar que Irán tenga intención de fabricar armas atómicas y ha recordado que Jamenei, el líder supremo y con poder omnímodo en el régimen, ha prohibido en un decreto religioso islámico el desarrollo, fabricación y uso de armas de destrucción masiva, entre ellas las nucleares.

Desde Qom, el principal centro religioso de Irán, Hadad Adel acusó a Occidente de esgrimir "falsas consignas" sobre derechos humanos para atacar al país, mientras Rezaei, en una línea totalmente diferente, planteaba medidas para acabar con el desempleo rural y la emigración.

El tecnócrata reformista Mohamad Gharazi aseguró que Irán "no quiere la bomba atómica", al tiempo que el reformista moderado Rohani propugnaba una vez más unas "relaciones amistosas" con la comunidad internacional y Aref prometía de nuevo crear un millón de puestos de trabajo si llega a la Presidencia.

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