Capriles se desmarca de salidas violentas y apuesta por construir alternativa

  • El excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles se desmarcó hoy de las salidas políticas violentas en Venezuela y llamó por el contrario a construir fuerzas "grandes y contundentes", que aglutinen incluso a los seguidores del fallecido Hugo Chávez defraudados por el presidente, Nicolás Maduro.

Caracas, 11 feb.- El excandidato presidencial venezolano Henrique Capriles se desmarcó hoy de las salidas políticas violentas en Venezuela y llamó por el contrario a construir fuerzas "grandes y contundentes", que aglutinen incluso a los seguidores del fallecido Hugo Chávez defraudados por el presidente, Nicolás Maduro.

"¿Una lucha con carácter violento que no nos permita encontrar un camino para tener el país que queremos? Sin duda alguna nosotros no estamos en esa lucha", indicó Capriles en una entrevista con la emisora local Unión Radio, al reivindicar "un cambio real y que además dure, que no lo perdamos en unas horas".

"No creo en las salidas violentas (...) somos pacifistas y creemos que este país debe construir fuerzas suficientemente grandes y contundentes", dijo Capriles, al señalar que eso incluye a "personas que se encuentran defraudadas, que votaron por el Gobierno en el pasado y que hoy día buscan una alternativa".

Las palabras de Capriles se producen un día antes de una marcha convocada por sectores de la oposición encabezados por el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, y la diputada María Corina Machado, en demanda de una salida de Maduro del poder.

Para Capriles, hay que "articular un gran movimiento social que incluya a todos los venezolanos, de cualquier sector, especialmente a los que sufren, independientemente de su visión política".

En ese sentido, indicó que hay chavistas que "están a la expectativa de lo qué planteamos nosotros, cuál es el país que queremos ante el caos que estamos viviendo" y ello "no puede ser más caos".

El candidato derrotado por Chávez y Maduro en las presidenciales de octubre de 2013 y abril de 2014, respectivamente, se distanció de sectores de la oposición que dijo se contentan con hacer frente al Gobierno con una estrategia "sin más contenidos" que la violencia.

"No puede verse como objetivo una cosa abstracta, sin contenido, y cuando yo veo eso digo: ¿Será que vamos a ir otra vez a lo que nos tocó vivir hace unos años atrás?", se preguntó, en referencia al golpe de Estado que sacó a Chávez del poder en 2002 durante 48 horas.

Capriles pidió no quedarse en la "inmediatez", sino articular "un gran movimiento que esté al lado de las soluciones y no al lado de los problemas".

"Y las soluciones tenemos que construirlas juntos (...); hay que parirlas y no pueden ser artificiales, tienen que tener la fuerza suficiente para imponerse y mantenerse", planteó, al agregar: "no creemos en la violencia y no vamos a dejarnos llevar por escenarios de violencia".

En ese sentido llamó a la reconciliación política tras advertir que "cualquier cambio" requerirá de "un proceso en el cual todos los venezolanos se puedan sentir reflejados, o aquí no habrá cambios".

Capriles recordó la escasa diferencia de 220.000 votos sobre 15 millones de electores que oficialmente obtuvo hace diez meses ante Maduro, a quien no reconoce como gobernante legítimo y acusa de haber ganado gracias a un fraude, aunque dijo que ello marcó una base con potencial para incrementarse.

"Aglutinamos una fuerza gigantesca el 14 de abril, pero todavía nos queda mucha fuerza por aglutinar, mucha gente por sumar y la mayor parte de esa gente está en los barrios de los sectores populares", evaluó.

Por ello aseguró que sus esfuerzos políticos apuntan a conquistar a esas personas. "No se trata de meternos en un cuarto o irnos a una plaza para hablarnos a nosotros mismos; tenemos que conectarnos con la Venezuela grande, la Venezuela profunda", indicó.

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