Las playas de Denia han sufrido su peor fin de semana de lo que va de temporada de verano. Durante estos días han vuelto a las costas alicantinas las visitantes que llevan varios meses atemorizando a los bañistas y trayendo de cabeza a las autoridades competentes, que no saben cómo alejarlas de sus playas. Se trata de las carabelas portuguesas, un tipo de medusa que es más peligroso de lo común.
En realidad se trata de un organismo colonial que vive en aguas abiertas, pero que habría llegado a la Península por el cambio de las mareas -derivado del cambio climático- y la sobrepesca, que ha dejado sin alimento a esta especie mar adentro. Hace unos meses, cuando comenzó la temporada turística, comenzaron a plagar las playas del Mediterráneo y, aunque se consiguió evacuarlas, han regresado.
Algo de lo que ya avisó el Instituto Español de Oceanografía (IEO), que en su día predijo que tendríamos más carabelas este verano por las nuevas condiciones ambientales. Así, tres playas de la localidad de Denia se han visto obligadas a izar la bandera blanca para avisar a los bañistas del riesgo de sufrir una picadura de estas 'medusas'. Una picadura que puede provocar sarpullidos y quemaduras que pueden producir fiebre, inflamación local, dolor de cabeza, naúseas y vómitos. En casos extremos, incluso, pueden producir la muerte.
El Ayuntamiento de Dénia ha avisado a los ciudadanos de que deben extremar la precaución durante estos días hasta que puedan limpiar bien las playas de nuevo. No solo esta localidad ha sufrido su visita estos días. También ha ocurrido en Cullera y algunas playas de Valencia capital.
El PSVP pide un protocolo común
Ante esta plaga que sufre toda la Comunidad Valenciana, el PSVP ha pedido en Las Corts que se ponga en marcha un protocolo común para todos los municipios valencianos en caso de detección de medusas, como la carabela portuguesa, o de otras especies peligrosas.
Una petición que va dentro de una Proposición No de Ley (PNL) presentada por el grupo socialista en el parlamento regional para coordinar y diseñar un plan de alerta común ante la aparición de medusas en las costas de la Comunidad. Así, todas la operaciones estarían coordinadas y se mejoraría la toma de decisiones, según han explicado.
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