La sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, recoge como probado que en el verano de 2009 y hasta septiembre del año 2010, el acusado, mayor de edad, de nacionalidad peruana, estancia legal en España y sin antecedentes penales, sometió a diversos tocamientos a la menor, hija de su entonces pareja.
El acusado aprovechaba los momento en los que se encontraban solos en el domicilio en el que convivían, en Albacete, y le realizaba tocamientos, le daba besos cuando estaba durmiendo, y le acarició el pecho en diversas ocasiones.
En una ocasión, el acusado estuvo viendo una película pornográfica con la menor, mientras le pedía que le hiciera lo mismo que salía en la película, y ponía la mano de la menor en sus genitales. En otra ocasión, desnudó a la menor de cintura para abajo, tumbándose encima de ella en la cama y rozándose con sus órganos genitales.
Igualmente, en Feria del año 2009, el acusado estaba en el salón del domicilio y, aprovechando que su madre se había ido a trabajar, la sometió a otro episodio de abuso sexual, tras bajarle los pantalones a la menor.
La niña, como consecuencia de estos hechos, sufrió alteraciones de ánimo, somáticas y conductuales, llegando a ser ingresada por anorexia en un hospital en el año 2014.
Cuando contó lo ocurrido a la psicóloga del Sescam, ésta lo puso en conocimiento de la madre de la menor, que presentó la correspondiente denuncia.
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