Cáritas pide redefinir las políticas sociales para mejorar "la sociedad rota" que deja la crisis


El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, aseguró hoy que los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) son un motivo para el optimismo, pero a la vez reflejan la consolidación de un gran problema: “La sociedad está rota y la orilla de la exclusión ya está ocupada por un 13,5% de la población, un 6,5% más que antes de empezar la crisis”. Por ello, consideró necesario “redefinir la política social” para enmendar la situación.
Mora aprovechó su ponencia en los Cursos de Verano de la Universidad Complutense de Madrid en San Lorenzo de El Escorial para reclamar que los de “la otra orilla actuemos para combatir esta realidad”. Para ello, puso sobre la mesa la necesidad de redefinir las políticas sociales, porque “se ve todo como social y, a veces, se olvidan algunos puntos".
“España tiene una urgencia: tenemos 17 rentas mínimas diferentes. Hay comunidades con rentas mínimas que no llegan a los 300 euros y otras que lo duplican, eso es una bestialidad”, aseguró.
La pobreza en España es relativa, aseguró, pues “hay pobres en unas comunidades que no lo serían en otras”. Por ello, se refirió a la necesidad de analizar los impactos globales de las medidas y no hacerlo de forma aislada. “Un euro por receta no es el problema, es hasta bueno; pero cuando se acompaña de reducción de becas, ayudas de todo tipo, como comedor y tantas otras, aparece el problema”, añadió.
Además, considera que hay que repensar la burocratización de los servicios sociales, pues “el celo de evitar un uso negativo, un engaño, etcétera, hace del entramado burocrático que acompaña a la pobreza algo tremendo”. “Las leyes de renta básica, por ejemplo, son incomprensibles en muchas comunidades y hacen que el coste burocrático sea tremendo”.
Otro de los puntos tratados fue la importación de medidas de otros países, como los 'minijobs' alemanes. Y es que para Mora hay que dar alternativas, pero teniendo en cuenta el contexto, con cuidado, y eso no solo pasa al importar algo de Alemania a España, sino que también ocurre al cambiar de Madrid a Castilla-La Mancha, por ejemplo, debido "a la diversidad de contexto; algo que siempre debe ser fundamental en la política social".

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