Carlos Dívar dice que no hay que confundir la política con la justicia

  • Santa Cruz de Tenerife.- El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, dijo hoy que no hay que confundir la política con la justicia, porque sus tiempos son distintos, de manera que ningún tribunal se siente presionado por tener que resolver casos que generan expectación.

Santa Cruz de Tenerife.- El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, dijo hoy que no hay que confundir la política con la justicia, porque sus tiempos son distintos, de manera que ningún tribunal se siente presionado por tener que resolver casos que generan expectación.

Dívar, que se reunió con jueces y magistrados durante una visita que ha realizado a Tenerife, declaró antes del encuentro que casos judiciales como el de la inscripción de Sortu como partido político o el que afecta al presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, "ocupan" a los tribunales, pero eso no significa que estos tengan que hacer algo distinto a su función: aplicar recta e imparcial justicia.

"La justicia no trabaja bajo presión política, trabaja con total tranquilidad", porque "son tiempos distintos", indicó.

Así, "los tribunales de justicia tienen mucha paz a la hora de resolver los problemas", continuó, mientras que los tiempos políticos son más rápido, "más objeto del conocimiento público".

En cuando a los casos de aforados que ha de resolver el Tribunal Superior de Justicia de Canarias relacionados con la corrupción, el presidente del Tribunal Supremo dijo que no puede pronunciarse, pero afirmó que si hay algún retraso "tendrá su plena justificación", porque él tiene "plena confianza en los magistrados", quienes "lo están haciendo muy bien".

Dívar reiteró que la tasa de vacantes de jueces titulares en Canarias, la más alta de España, se debe sobre todo a que hay pocos canarios que opositan, un problema que también tiene Cataluña.

Reiteró que este problema se va a paliar con la creación de cuatro nuevos órganos judiciales en 2011 -dos en junio y dos en diciembre-, con la llegada en mayo de veinte jueces de la nueva promoción de la escuela judicial y con los refuerzos acordados por la comisión permanente del CGPJ.

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