La carta que escribió Ana Julia al padre de Gabriel: "Te quité lo más grande"

  • En el sumario consta una carta escrita de puño y letra por Quezada y dirigida a Ángel Cruz en la que pide perdón "de todo corazón".
El padre de Gabriel y Ana Julia durante un acto
El padre de Gabriel y Ana Julia durante un acto
EFE

El levantamiento del secreto de sumario del caso de Gabriel Cruz ha dado a conocer que el pequeño murió dos horas después de comer y que fue asfixiado. En el sumario también consta una carta escrita de puño y letra por Quezada y dirigida a Ángel Cruz, padre del menor, en la que pide perdón "de todo corazón" y en la que dice "lamentar" todo el daño que le ha hecho a él y a la madre de Gabriel, Patricia Ramírez. En la misiva se puede leer que “por un lamentable accidente te quité lo más grande que uno puede tener", le dice.  Del sumario también se desprende que no drogó al pequeño con los medicamentos que tomaba. 

El contenido de dicha carta lo publica Cuatro y en ella asegura que no tiene excusas "para lo que hice, pero sólo sé que el miedo te bloquea porque eso me paso a mí". Ella insiste en que no fue premeditado: “Un lamentable accidente te quité lo más grande que uno puede tener".

Le recuerda que ella tomaba pastilla y que "la bola cada vez era más grande". Y continúa: "Lo que hice está muy mal y no hay excusas que valgan". El sumario apunta  en este sentido a que los análisis de los cabellos de Gabriel "ponen de manifiesto que no ha habido exposición a cocaína, heroína, cannabis, metadona ni anfetaminas durante el periodo de doce meses anteriores a la toma de la muestra".

"En caso de que hubiera alguna exposición, las concentraciones medias de los distintos compuestos se encuentran por debajo del límite de cuantificación de nuestro método", dice. Lo mismo ocurre con los análisis de sangre y orina.

El estudio criminalístico, según recoge el sumario, señala que la muerte del niño se produjo entre las 15:30 y las 16:30 horas del 27 de febrero del 2018, poco después de que supuestamente se produjese su desaparición en Las Hortichuelas Bajas, en Níjar.

"Los alimentos encontrados se tratan de macarrones, tomate, cebolla y fibras musculares compatibles con carne, pescado o algún tipo de embutido", indican los forenses.

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