Asunción, 22 abr.- El próximo presidente de Paraguay, Horacio Cartes, celebró hoy el "clima extraordinario" que ha percibido en la región y prometió hacer "todo el esfuerzo" por recuperar el sitio de Paraguay en el Mercosur y la Unasur.
En su primera rueda de prensa tras la victoria de ayer en las urnas, que devolvió el poder al conservador Partido Colorado, Cartes agradeció las felicitaciones recibidas de los vecinos del Mercosur, aunque declinó acudir a la próxima cumbre del bloque.
Invitado por el uruguayo José Mújica, Cartes le respondió que no puede asumir "compromisos que no le corresponden" hasta su toma de posesión, el próximo 15 de agosto.
También saludó la "muy buena onda de parte de (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro", cuyo país ingresó en el Mercosur en la misma cumbre en la que Paraguay fue suspendido, el pasado 29 de junio, una semana después de la destitución en juicio político del presidente Fernando Lugo.
El liberal Federico Franco reemplazó a Lugo y declaró "persona non grata" a Maduro, siendo éste canciller, por su "injerencia" durante la crisis de junio del año pasado.
Cartes, no obstante, apostó hoy por restaurar todos los puentes ya que, para Paraguay, "estar en el Mercosur es demasiado importante", tanto más si quiere atraer inversiones y hacer negocios con países como EE.UU. o con bloques como la Unión Europea (UE).
Tanto el Mercosur como la Unasur condicionaron el retorno de Paraguay al desarrollo de sus elecciones, que han contado con la supervisión de unos 500 observadores de ambos organismos, de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la UE.
El jefe de la misión de la OEA, el expresidente costarricense Óscar Arias, demandó hoy que el reingreso se produzca "lo más pronto posible" pues "no hay justificación alguna para que tengan que esperar después de la jornada cívica" electoral de ayer, aunque censuró irregularidades como la compra del voto y otras reflejadas en su informe.
En nombre de la Unasur, el jefe del Grupo de Alto Nivel para Paraguay y de la misión de observadores, Salomón Lerner, que presentó un informe positivo de los comicios, dijo sin embargo que su grupo seguirá su "seguimiento político" en Paraguay hasta la "transferencia del poder".
Lugo pidió que la reinserción a los bloques se produzca "de forma gradual", según un comunicado de su partido.
El futuro presidente, apasionado del fútbol, prometió que formará un Gobierno que será "una verdadera selección paraguaya" para que el mundo aprecie que se "está trabajando en serio" en Paraguay.
La gobernabilidad de su Ejecutivo dependerá en gran medida de la composición del Legislativo con el que tendrá que lidiar, que se conocerá cuando el Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) termine de escrutar todos los votos, cosa que según un portavoz consultado por Efe llevará al menos una semana.
De momento, el TSJE adelantó la que será la composición de una de las dos cámaras, el Senado, en la que el partido de Cartes tendrá 19 de los 45 asientos y Lugo uno de los 5 que ha conseguido el izquierdista Frente Guasú.
Los liberales tendrán 12 senadores, que se sumarían a los 3 de sus aliados del Partido Democrático Progresista. Otras 4 fuerzas minoritarias se reparten el resto, según el TSJE.
En esta fase de transición hasta el 15 de agosto, Franco recibirá a Cartes esta misma semana, según la agencia oficial IP, para iniciar el proceso de traspaso de poder, que ayer le garantizó que será "sereno y pacífico".
En un comunicado, los obispos destacaron que la participación "activa y masiva" en los comicios de ayer confiere a Cartes y el resto de los cargos electos la "legitimidad para el ejercicio del poder público al servicio del bien común de la sociedad" y les demandaron cumplir sus funciones "con responsabilidad".
"Corresponde ahora que se cumplan las promesas electorales para no defraudar a las expectativas ciudadanas", recordó la Conferencia Episcopal Paraguaya, que destacó que "una democracia sin valores se vuelve fácilmente una dictadura y termina traicionando al pueblo".
Cartes obtuvo ayer el 45,85 por ciento de los votos y recuperó el poder que los colorados habían ostentado durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) y, en democracia, hasta las elecciones de 2008. EFE
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