Casa Blanca pide a demócratas del Senado no votar sobre polémico oleoducto

  • La Casa Blanca instó hoy a los demócratas del Senado a eludir votar la autorización de construcción del oleoducto Keystone XL, que se extendería desde Canadá hasta el Golfo de México, tras las declaraciones del martes del líder de la mayoría, Harry Reid, quien dejó abierta la puerta a un posible voto.

Washington, 30 abr.- La Casa Blanca instó hoy a los demócratas del Senado a eludir votar la autorización de construcción del oleoducto Keystone XL, que se extendería desde Canadá hasta el Golfo de México, tras las declaraciones del martes del líder de la mayoría, Harry Reid, quien dejó abierta la puerta a un posible voto.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, consideró hoy en su rueda de prensa diaria que una votación del Senado supondría una inyección política al proceso y podría retrasar una decisión final por parte de la Administración, hasta que el Departamento de Estado complete la revisión del proyecto.

"El presidente ha mantenido durante mucho tiempo que es apropiado para un proceso como este separar la política y que se trabaje sobre ello desde el Departamento de Estado, que ha sido el caso en otros proyectos similares en anteriores gobiernos de ambos partidos", insistió el portavoz.

"Y por lo que hemos visto en el pasado, cuando el Congreso ha aprobado una ley, en realidad se ha ralentizado el proceso. Así que creo que esto tiene que ser dirigido desde fuera de la política y esa es la forma en que se está ejecutando", agregó.

Reid explicó este martes en declaraciones a los periodistas que en un primer momento se había hablado de hacer una votación no vinculante para pedir al Gobierno federal que apruebe la construcción del polémico oleoducto, pero que ahora algunos legisladores consideran que una petición solemne no es suficiente.

El oleoducto Keystone es un proyecto muy controvertido que divide opiniones entre quienes defienden que crearía puestos de trabajo -la práctica mayoría de los republicanos-, y los que se oponen a su construcción por su potencial impacto medioambiental -entre ellos parte de la base demócrata-.

El presidente Barack Obama, quien tiene la última palabra para autorizar o no el proyecto, espera ahora el consejo de varias agencias federales que estudian sus potenciales consecuencias.

Asimismo, el Departamento de Estado emitió recientemente un informe en el que considera "improbable" que el oleoducto tenga un impacto grave en el medio ambiente, en contra de lo que sostienen los ecologistas.

Sin embargo, la Administración Obama decidió retrasar la semana pasada su decisión sobre el oleoducto para dar más tiempo a las agencias federales que estudian las posibles consecuencias de su construcción.

Por el oleoducto al completo se transportarían unos 830.000 barriles diarios de petróleo crudo sintético y bituminoso diluido desde las arenas de Athabasca, en la provincia canadiense de Alberta, a diferentes lugares de EE.UU., incluidas refinerías en Illinois, el centro de distribución petrolero de Cushingm, en Oklahoma, y refinerías en el Golfo de México.

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