Casado asume su fracaso pero no dimite y se prepara para evitar otro fiasco el 26-M

  • Culpa de los malos resultados a la fragmentación del voto de las derechas, "que solo ha beneficiado a Sánchez". 
Pablo Casado
Pablo Casado
EFE

El líder del PP, Pablo Casado, ha asumido en primera persona el tremendo fracaso de su partido en las elecciones generales, pero ha descartado por el momento que vaya a poner su cargo a disposición del partido. El PP ha cosechado el peor resultado de su historia en estos comicios con apenas 66 escaños en el Congreso, menos de la mitad de los que tiene ahora, tras sufrir el zarpazo de Vox y de Ciudadanos, que han sido las dos formaciones que más han crecido en las urnas. 

El partido ha convocado este lunes una reunión de su comité de dirección y otra el martes de la comisión ejecutiva para analizar la estrategia a seguir después del varapalo recibido en las elecciones generales y en puertas de las municipales y autonómicas. Los malos resultaods cosechados apuntaban a una salida de Pablo Casado en la misma noche electoral como presidente del partido, pero esa opción supondría entrar en una espiral a la baja muy peligrosa para las próximas elecciones municipales y autonómicas.

El líder del PP ha comparecido en la sede de su partido en Madrid con el semblante muy serio, rodeado de Teodoro García Egea y Adolfo Suárez Illana, y ha justificado los malos datos en la ruptura que se ha producido en el voto del centro derecha. Casado ha recordado que esa fue la razón por la que el PP propuso pactos previos a Ciudadanos y Vox, que fueron rechazados. "El resultado nos ha dado la razón", ha dicho, para recordar que lo que ahora cabe es hacer oposición y prepararse para la cita electoral del 26-M. 

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