"Desastre", "horrible", "estamos hundidos". Son expresiones que no se han parado de repetir en las últimas horas en el PP. Hace apenas once meses disfrutaban de una cómoda legislatura en el Congreso, aprobaban los Presupuestos que le hubieran garantizado completar el mandato de Rajoy y se preparaban para encarar las municipales, autonómicas y europeas con garantías. Pero irrumpió Pedro Sánchez y su moción de censura echó por tierra todos los planes del marianismo, hundiendo a los populares en una crisis de consecuencias inciertas. Este martes Pablo Casado se encierra con su Comité Ejecutivo, una reunión de gran importancia en base a que en ella participan los barones que se juegan el todo por el todo en cuatro domingos. Un cónclave que se anticipa movido por los nervios que hay en algunas direcciones territoriales de cara al inminente 26 de mayo.
Hora de hacer balance en el casadismo. Descartada una dimisión (la conclusión a la que llegan es que es la primera vez que se presenta a unas elecciones y que necesita tiempo para consolidar su proyecto), este martes el presidente del PP hará autocrítica ante los suyos, según confirman desde su equipo de colaboradores. ¿En qué fallamos? ¿Por qué no enfocamos bien las ideas fuerza? ¿Acertamos hablando tanto de Cataluña y los independentistas? Son asuntos que Casado tiene previsto poner encima de la mesa ante sus dirigentes territoriales. No se esperan grandes críticas hacia la dirección nacional, sino un mensaje de unidad de puertas para afuera.
Pero la situación interna en el PP es, en este momento, la de un partido en ebullición, según explican diferentes dirigentes. Ya se han perdido 3,6 millones de votos y 71 diputados, pero el día 26 de mayo hay mucho más en juego. Están en el aire gobiernos como el de Castilla y León, el de Murcia y, especialmente, el de Madrid. Si se pierden los tres ejecutivos y solo se conservan Galicia y Andalucía será difícil taponar las vías de agua. Pero si se mantiene el tipo y, sobre todo, no hay 'sorpasso' de Ciudadanos será una victoria de Casado. Se la juega en este mes.
En este ambiente se suceden los contactos entre los barones. Este martes, según ha podido confirmar La Información, hay previsto un almuerzo después del citado Comité Ejecutivo al que pretenden asistir varios estos dirigentes territoriales. Es momento de verse las caras y de hablar en privado, por eso algunos de ellos se quedarán en Madrid tras reunirse con la dirección nacional del partido para compartir mesa y mantel.
El gran ausente de este Comité Ejecutivo será Alberto Núñez Feijóo. El presidente de la Xunta, a quienes algunos miran como un posible relevo de Casado, ha sido el único que ha mantenido el tipo ante Ciudadanos. Ha conseguido 9 escaños en las generales, frente a los 2 de sus rivales naranjas. De los nueve diputados de diferencia global del PP con Cs, siete de ellos son de Galicia. La explicación que ofrecen desde el PP gallego sobre la ausencia de Feijóo es que tiene sesión de control en el Parlamento y que "no tiene AVE" para poder llegar a Madrid.
Aznar, la refundación y la vieja guardia del PP
Mientras llega el 'día D' en el PP ya se empieza a hablar de una refundación de la formación. La espita la ha abierto José María Aznar a través de la Fundación FAES. Pero en el partido hay división de opiniones. "¿Una refundación como la que ya hizo Fraga? Pero si Vox no quiere", avisaba ya ayer un veterano que estará este martes en el Comité Electoral.
El 28-A deja al PP en la unidad de cuidados intensivos. Y eso lo saben en las baronías, desde donde se escuchan en privado duras críticas hacia la campaña que planteó Casado y su jefe de gabinete, Javier Maroto, que se ha quedado fuera del Congreso. Todas las fuentes consultadas se refieren al "error de manual" de hablar de un pacto con Vox a escasas horas de abrir los colegios. "Eso pudo quitarnos hasta diez diputados", dice un antiguo cargo del Gobierno de Rajoy. También echan de menos menciones a la economía y a los logros de los gobiernos del PP. Y critican las alusiones al problema de Cataluña: "Hemos magnificado el problema y los votantes no nos perciben como solución para la crisis territorial".
La configuración del nuevo grupo parlamentario, con una purga profunda de la mayoría de fieles a Rajoy y a Soraya Sáenz de Santamaría, tampoco ha gustado, ni en la vieja guardia ni a los barones. Han sido laminados pesos pesados como Cristóbal Montoro, Fátima Báñez, los Nadal... Y otros dirigentes que llevaban décadas en el Parlamento aportando músculo y experiencia a un partido que se queda en los huesos en las Cortes. Los damnificados mencionan también las formas de esa 'manu militari' empleada por Casado y el secretario general, Teodoro García Egea, para conformar un núcleo de poder a su imagen y semejanza.
La campaña del 26-M
Casado no suma en este momento en el PP y por eso en los territorios prefieren encarar una campaña en clave más provincial y autonómica que nacional, sin la presencia destacada de su líder. Aún así habrá una paz temporal porque no conviene una batalla a diez días de comenzar la campaña. "En política manda quien hace las listas y ahora es Casado", comenta un antiguo diputado hoy defenestrado.
Lo que sí empiezan a reclamar internamente en el PP es un "golpe de timón" con equipos renovados. Piden cambios profundos en el Comité de Dirección, el encargado de fijar la estrategia del partido como 'Estado Mayor'. Y, por supuesto, elegir un buen portavoz parlamentario en el Congreso y en el Senado con los diputados electos de cara a esta legislatura. El futuro del partido está en juego. Y ahora los rivales son dos: Cs y Vox.
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