Casado rompe los puentes con Sánchez y le retrata junto a sus socios de los PGE

Pablo Casado y Pedro Sánchez han roto los puentes y la posibilidad de consensuar la renovación del CGPJ u otros órganos constitucionales. Lo han hecho, además, en directo, en el último pleno del año, si los Presupuestos no vuelven con algún cambio del Senado, y tras una llamada de 45 minutos en la tarde del martes que de nada ha servido. Poco han reflexionado presidente y líder de la oposición en los 55 días que han estado sin hablar. El cisma, mientras las cifras de contagios e incidencia acumulada comienzan a complicarse, entre Moncloa y Génova encola, además, la coalición y la vía que impulsa Unidas Podemos: la de los socios de los Presupuestos.  

El Ejecutivo tenía esperanza hasta ayer de lograr un pacto con el PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces. Pero tras la llamada de marras y la dureza que Casado ha empleado con Sánchez en la tribuna de la Cámara Alta recomponer el consenso se antoja complicado. Pablo Iglesias, de hecho, ya ha aprovechado el divorcio para dar un paso al frente y poner en marcha la reforma legal que Moncloa metió en el congelador: "Lo que acaba de decir Casado sobre el CGPJ deja dos opciones: asumir que el CGPJ no se va a renovar hasta que la derecha gane unas elecciones y tenga mayoría en el parlamento. O cumplir el mandato constitucional y adaptar la ley al presente para cumplir la Constitución". La decisión de deshelar la reforma está en manos de Sánchez ahora.

Casado ha sido duro. En un discurso sin papeles ("sin papeles y, lo más brillante, sin penderlos", proclaman desde Génova) ha ido desglosando una por una las diferencias que le separan del Gobierno de coalición. Presupuestos, plan sanitario, ausencia de pactos, fondos europeos... Cada frase ha sido un ataque a Sánchez y sus socios. Poco que negociar tras esta intervención, la más dura desde la moción de censura de Vox. Quien pensara que el PP iba a poner en bandeja de plata la legislatura a Sánchez erró. 

El presidente del PP ha llegado a reclamar a Sánchez una petición de perdón por dirigir un Gobierno "incompetente". Ha dicho que el Ejecutivo "ha mentido y es tan arrogante que no es capaz de reconocer el daño infligido" por la gestión de la pandemia del coronavirus. El líder de la oposición ha reclamado también "humildad" a Sánchez y ha hablado de una "alarma de estado" y ha acusado al jefe del Ejecutivo de actuar con "clicotimia" y "espasmódicamente". 

"Casado ha enumerado con crudeza las mentiras de Sánchez, por ejemplo sobre el número de fallecidos por la pandemia". Uno de los momentos más destacados del debate ha sido cuando Casado ha reclamado al presidente que "por lo menos venga aquí, a dar la cara como Merkel, y sienta como ella, con lágrimas", en referencia al emocionado discurso de la canciller de la semana pasada. Sánchez, mientras, recibía notas para responder en la réplica.

Casado también ha censurado que Sánchez hable de cogobernanza en la vacunación. "¿Qué pretende? ¿Llevar a la ruina al plan de vacunación español?". Y ha cargado contra los socios de Sánchez, asegurando que el Gobierno "aglutina todo lo contrario a lo que dijo en campaña electoral y todo lo que es contrario al interés de España", ha señalado que el populismo se sienta "en el banco azul" y que en el puente de mando del país "a quien quiere llevarlo contra las rocas".

La ruptura de Casado con Sánchez supone que la coalición reciba unas gotitas más de pegamento en la relación con sus socios de Presupuestos. Es decir, ERC, PNV, EH Bildu... El plan de los once partidos de Iglesias gana enteros. La geometría variable de Moncloa los pierde. "Es una mayoría que tenemos que cuidar", ha reclamado el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, para conseguir "un horizonte de estabilidad".