Casi 20.000 temporeras marroquíes partirán este año a la campaña de la fresa

  • La cifra se eleva un 35% respecto al pasado año, y ello pese a la polémica desatadas por las denuncias de abusos sexuales y laborales.
Trabajadora recoge fresas en una finca en Huelva
Trabajadora recoge fresas en una finca en Huelva
FRESHUELVA/Archivo

La campaña de la fresa y las frutas rojas en España contará con casi 20.000 temporeras marroquíes, una cifra récord que supone un incremento del 35% con respecto al pasado año, y ello pese a la polémica desatadas por las denuncias de abusos sexuales y laborales. Exactamente, van a ser 19.179 las contratadas, que comenzarán a partir a España el próximo mes de febrero y lo harán escalonadamente hasta el mes de mayo, para pasar una temporada de entre tres y cuatro meses con compromiso de regreso.

La Agencia Nacional de Empleo (ANAPEC) ejerce, un año más, de intermediario entre España y Marruecos, y concretamente entre los empresarios andaluces del sector de los frutos rojos y las aspirantes a conseguir un contrato en España. En este contingente de 2019 habrá 7.700 nuevas contratadas pero la mayor parte (casi 11.500) serán "repetidoras", es decir, trabajadoras que ya han estado una o varias temporadas más en España. 

El director de ANAPEC rebate a quienes, tanto en España como en Marruecos, han tratado de "diabolizar la operación" al dar especial relevancia a las denuncias por abusos sexuales o laborales; sobre los primeros, no se pronuncia, pero contesta los segundos porque, afirma, "España es precisamente uno de los países con mayor protección a los derechos laborales"

Sobre los derechos de las trabajadoras, la ANAPEC va a preparar este año una campaña de sensibilización previa a la salida de las primeras temporeras con el fin de que tengan claro cuáles son exactamente sus derechos: un visado temporal, transporte pagado de ida y vuelta entre Marruecos y España, un contrato según la ley española (entre 35 y 40 euros diarios) y sanidad gratuita. Además, siempre son alojadas en viviendas de un dormitorio, sala y cocina equipada con fogones y lavadora, más electricidad y agua caliente, aunque el pago del alojamiento es responsabilidad de las temporeras. 

Otro objetivo de la sensibilización será disuadir a aquellas que traten de aprovechar el viaje para convertirse en emigrante ilegal en España (se calcula que el año pasado un mínimo de 2.500 se "evaporaron" al llegar a España para pasar a la ilegalidad). Así, se recordará que una temporera que regresa a su país y repite tendrá cada vez más fácil el visado, y en tres o cuatro temporadas puede lograr el permiso de residencia, mientras que las que opten por la ilegalidad pierden todos sus derechos.

Criterios de contratación

En Marruecos ha habido críticas por los criterios supuestamente discriminatorios que se siguen para las contrataciones, pero El Madani los defiende, al recordar que son los empresarios españoles los que exigen mujeres jóvenes (de 25 a 40 años), con experiencia en el campo y con buena salud por la exigencia física del trabajo, y es el Gobierno español el que impone la obligación del retorno.

Por parte marroquí, la ANAPEC defiende la "discriminación positiva", y privilegia contratar a madres con niños a su cargo, máxime si son viudas o divorciadas, pues El Madani cree que con esta operación ayudan a "romper el ciclo de exclusión" en el que vive en Marruecos la mujer rural, y más si es madre. Así, el proyecto permite ofrecer "oportunidades de emancipación e inserción" a estas mujeres, que están en lo más bajo de la escala social marroquí: pobres y a menudo analfabetas .

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