Casi la mitad de los españoles (un 47%) estaría dispuesta a admitir nuevas figuras tributarias o pagar más a Hacienda siempre que eso se tradujera en una mejora de los servicios y las prestaciones sociales. A ese porcentaje se suma un 28% que no lo rechaza de plano y se queda en un nivel de 5 en una escala de 0 a 10. Esa es una de las principales conclusiones del barómetro sobre Opinión Pública e Impuestos que acaba de publicar el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que corrobora, como viene siendo habitual en este dato, que una gran mayoría del 77% de la población considera que el sistema tributario que tenemos es injusto, porque no pagan siempre más los que más ganan.
Estén o no cocinados, los datos sobre el 'estado fiscal' de los españoles que ha recogido el CIS en los veinte primeros días del mes de julio, pendientes de los rebrotes del coronavirus, con una muestra de 3.000 personas, son significativos de cara a la subida de impuestos que viene con los próximos Presupuestos. En general, esta encuesta siempre demuestra que la población no está satisfecha con lo que paga y lo que recibe del Estado. De hecho, un 57,5% de los consultados cree que la sociedad está poco o nada satisfecha con lo que paga en impuestos (en el sentido de que es mucho e injusto), mientras que apenas un 37% lo ve con buenos ojos.
Cuando la consulta sobre el grado de satisfacción sobre lo que se tributa se individualiza, hay hasta un 58,4% de los españoles que cree que recibe menos de lo que él y su familia están aportando a las arcas públicas, frente a algo más del 36% que cree que recibe, más o menos, lo que cotiza. Esa percepción se corresponde con que un 40% de los consultados considera que en España se paga mucho en impuestos, frente a un 44,2% que lo ve regular y apenas un 10% que piensa que es poco.
En ese contexto tan negativo sobre el pago de tributos, resulta significativo que, en una escala del 0 al 10, haya un 20,9% de población que esté dispuesta a pagar mas al Fisco, si eso se traduce en tener mejor sanidad, educación y servicios sociales, frente a solo un 3,8% que lo rechaza de plano, una respuesta en la que puede haber influido de forma clara el momento de pandemia que vivimos.
Convivir con el fraude
Una de las cuestiones que deja claras la encuesta del CIS es que los españoles nos hemos acostumbrado a convivir con un alto grado de fraude fiscal, del que la Administración apenas se preocupa. Nada menos que un 89,9% de la población cree que en España hay mucha gente que engaña a Hacienda todos los años a la hora de declarar, todo ello a pesar de que un 55% de los encuestados cree que son responsables con sus tributos y no ocultan rentas.
El problema es que que hay un convencimientos social que declaran el 60,7% de los consultados de que la culpa de ese fraude es del Gobierno, porque lo persigue poco o muy poco, de la misma manera que más de un 82% de la población cree que a los españoles nadie les ha explicado en que se gasta el dinero que se paga con los impuestos.
Desde un punto de vista más técnico, es destacable en este barómetro que una mayoría de la población (59%), prefiere que se pongan en marcha o se potencien tributos progresivos y directos, que cargan más sobre las rentas más altas (como el IRPF O Sociedades), frente a un 23,&% que apuestan porque esa reforma se haga a través de tributos en los que todo el mundo paga por igual, como el IVA. Tal vez en ello influya que una tercera parte de los encuestados está convencida de que más de la tercera parte de quienes tienen la obligación de tributar por IVA, no incluyen todo lo que debieran en ese pago.
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