Moncloa estudia que la Policía, y no los Mossos, blinde el Consejo de Ministros

  • Responsables del departamento de Seguridad de Presidencia ya se han movilizado a Barcelona para cerrar el dispositivo en la Casa Llotja de Mar.
Consejo de Ministros (Archivo)
Consejo de Ministros (Archivo)
Europa Press - Archivo

Alerta en Moncloa ante lo que pueda ocurrir el próximo viernes 21 en el Consejo de Ministros que se reunirá en Barcelona. El Departamento de Seguridad de Presidencia del Gobierno (DSPG) está diseñando el dispositivo que se pondrá en marcha ese día en el emblemático edificio de la Casa Llotja de Mar, que es el lugar elegido para que Pedro Sánchez se reúna con su gabinete. La tensión en la calle y las amenazas de los radicales están obligando al Ejecutivo a diseñar un operativo para blindar el edificio y garantizar así la total la seguridad del presidente y sus ministros.

Este dispositivo de seguridad que está diseñando Moncloa contempla que sea la Policía Nacional, y no los Mossos d'Esquadra, quien custodie las zonas más sensibles de la Casa Llotja de Mar. Fuentes gubernamentales consultadas por La Información aseguran que no tienen la "total seguridad" de que los jefes de la policía autonómica puedan garantizar que el Consejo de Ministros se celebre sin incidencias, de ahí que se haya pensado en un operativo en el que el primer nivel de seguridad sea ejercido por los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos como 'antidisturbios'.

De esta forma, será la UIP quien se encargará de los cordones de seguridad más cercanos a la reunión del consejo de ministros, desplazando a los Mossos d'Esquadra. Fuentes de Moncloa aseguran que diferentes responsables que protegen a los miembros del Gobierno también han trasladado a sus superiores los peligros que podría suponer que no fueran ellos quienes lideraran este dispositivo. Ayer mismo se celebró una reunión de la junta de seguridad en Cataluña para supervisar todos los detalles del operativo policial.

La seguridad del presidente del Gobierno depende del Departamento de Seguridad de Moncloa. Ellos protegen a Pedro Sánchez y a su familia, así como a la vicepresidenta, en todo momento. Y, además, cuando se reúne el Consejo de Ministros, también pasan a custodiar la seguridad de los miembros de cada departamento gubernamental. Así ocurrió, por ejemplo, en Sevilla, con motivo del primer consejo de ministros de la era Sánchez fuera de Madrid, cuando los escoltas habituales de los titulares ministeriales quedaron 'apartados' durante la reunión gubernamental en la Plaza de España hispalense.

Moncloa ya conoce cómo es la Llotja de Barcelona y cuál será el recorrido que realice el presidente y sus ministros hasta el edificio que alberga la sede de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación. De hecho, responsables del DSPG ya se han desplazado hasta la ciudad condal para diseñar el plan de seguridad. Ellos se encargarán de la custodia más personal de los miembros del Gobierno. 

Despliegue de 'antidisturbios'

En la calle, por su parte, entrará en juego el papel de los 'antidisturbios'. Fuentes policiales detallan que ya hay convocadas ocho unidades para acudir a Barcelona el próximo día 21: dos de Sevilla, dos de Valencia, dos de Navarra y dos de Galicia. A ellos habrá que sumar las que se desplacen desde Madrid u otros puntos de la Península. Cada unidad de UIP se encuentra compuesta por 40 efectivos, de forma que el dispositivo final de la Policía rondará los 400 funcionarios. Ellos habría que sumar el de la Guardia Civil, que aún no ha terminado de definirse. Los Mossos también trabajarán en el dispositivo, pero en un segundo nivel.

Los CDR ya han convocado a sus bases a plantar "batalla" contra el Gobierno el próximo día 21. En una comunicación en redes sociales han llamado a los radicales a rodear la Llotja de Mar desde primera hora de la mañana para "tumbar el régimen". "Quien no comparte la batalla compartirá la derrota", proclaman en su mensaje. 

Mientras, en otros puntos de la ciudad, los independentistas buscarán colapsar Barcelona ese mismo día 21. Su objetivo es paralizar "los grandes ejes de comunicaciones de Cataluña con los países vecinos (Francia y España) mediante el boicot y el sabojate". Sus prioridades son: "Los vehículos y las carreteras; las vías de tren, metro y tranvía; los polígonos industriales; las fuerzas del orden; y las comunicaciones por cable". Boicoteando estos núcleos piensan que podrán paralizar la economía catalana en un viernes tan señalado y a escasas horas de la Nochebuena.

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