Cataluña: los empresarios bendicen el dúo Calviño-Aragonès y censuran a Torra

Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre
Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre
Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre
Antonio Garamendi y Josep Sánchez Llibre

Los empresarios catalanes piden a los políticos que ofrezcan soluciones al "conflicto político" que enfrenta a la Generalitat y al Gobierno central. El presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, se ha expresado en estos términos con motivo de la entrega de los premios Ferrer Salat que celebra la patronal autonómica cada año. Allí, tras el plantón de Quim Torra y ante una destacada representación del Ejecutivo de Pedro Sánchez -liderada por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño-, ha instado a ambas administraciones a que pongan de su parte y que se comprometan a hacerlo ya, "sin más dilación". Los nuevos interlocutores válidos son la gallega y el vicepresident Aragonès.

Contundente el discurso pronunciado por Sánchez Llibre en una noche que pretendía ser una especie de 'Pedralbes II'. Con demás de  Calviño, han estado presentes las ministras María Jesús Montero (Hacienda) y Margarita Robles (Defensa), por parte de Madrid; y Pere Aragonès, vicepresidente; Damià Calvet, consejero de Territorio y Sontenibilidad; Àngels Chacón, de Empresa y Conocimiento; y Chakir El Homrani, responsable de Asuntos Sociales y Familias. La flor y nata tanto de la política como del empresariado catalán.

Sánchez Llibre ha sido especialmente duro con Torra, que ha cancelado a última hora argumentando que no quería que fuera la ministra Calviño quien cerrara el acto. El líder empresarial ha reclamado al president catalán "el compromiso de una condena contundente para que no se repitan los actos de violencia y coacciones que perjudican a nuestra economía, al transporte de mercancías, a la movilidad en nuestros ciudadanos, al derecho a impartir la educación universitaria, así como a la imagen de Barcelona y de Cataluña". 

El presidente de la patronal también ha dicho a Torra que "no condenar la barbarie [en relación a los boicots de los CDR] y no evitarla es una grave responsabilidad del Govern, que tiene la obligación de garantizar los derechos de todos y cada uno de los ciudadanos. De los que quieren legítimamente manifestarse y de los que no. En ningún caso, sin embargo, el derecho de manifestarse incluye provocar la barbarie". Sin pelos en la lengua en presencia de cinco miembros del Govern.

Sánchez Llibre ha hablado de "conflicto político" entre Cataluña y el Gobierno (un término que hasta ahora Moncloa se niega a admitir) y deja claro que "a nuestro entender, la solución pasa necesariamente por la negociación, la transacción y el acuerdo, que es la única vía en democracia para resolver los conflictos". El líder empresarial ha dicho que "estamos a tiempo de resolver este conflicto político" y que está seguro que se conseguirá. Ha añadido que se pone a su disposición.

Aragonès, por su parte, ha hablado de diálogo y negociación con el Gobierno central. Volver a Pedralbes, en definitiva. El tono, según testigos presenciales, ha sido de lo más amistoso con los representantes enviados de Moncloa. No ha ocultado que la situación es complicada pero se ha mostrado abierto a explorar soluciones.

Y Calviño se ha referido a la necesidad de trabajar juntos para capear la situación económica. Estabilidad política para garantizar la estabilidad social, ha dicho. Ha mencionado también el diálogo dentro de la ley y ha alabado el acuerdo con Podemos. Ha pedido a ERC que se sume a este pacto.

Un Gobierno central alejado del populismo

El presidente de Foment también se ha referido a las negociaciones para conformar el Gobierno central que viene manteniendo el PSOE con Unidas Podemos. Sánchez Llibre ha hablado de la necesidad de un Ejecutivo "estable, moderado y riguroso capaz de afrontar las reformas necesarias". Ha pedido a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que "cuiden, mimen, den el máximo cariño a los empresarios, a los emprendedores, a los autónomos y a la economía productiva en general".

Foment no quiere cambios radicales en materia laboral. "Esperamos que no den marcha atrás a algunas reformas que han sido positivas para consolidar el crecimiento y la creación de empleo, y esperamos también que se sigan políticas que refuercen nuestra competitividad". Clara alusión a la reforma laboral. Es decir, aceptarán mejoras, pero no su derogación total.

Respecto a la política fiscal, Sánchez Llibre ha reclamado sensatez. "Creemos que más presión fiscal sería un error y un freno al progreso", ha dicho. "Los derechos sociales se garantizan generando actividad económica, no aumentando la presión fiscal", ha puntualizado ante la futura vicepresidenta económica y la actual responsable de Hacienda. 

Y ha lanzado un aviso: "Las soluciones no pasan por el populismo, por la radicalidad". Pasan por el seny y no por el arrebato". Pasan por el diálogo y el consenso, y no por recetas que nos radicalizan y nos empobrecen".

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