La huelga, el 'Tsunami' y el plan de Torra resucitan el miedo en la empresa catalana

Tercer día de protestas en Cataluña
Tercer día de protestas en Cataluña
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Tercer día de protestas en Cataluña
La huelga, el 'Tsunami' y el plan de Torra siembran la alerta en la empresa catalana / EP

La alerta se ha encendido en el Ibex, en las grandes empresas y en las pymes de Cataluña. Los disturbios violentos, la amenaza de convocatorias masivas y espontáneas del 'Tsunami Democràtic' y el eco que empieza a tener la situación en medios internacionales que leen a diario los grandes inversores empieza ya a ser tenido en serio en los comités de dirección de las multinacionales y en las reuniones de las compañías más modestas. Todos miran con preocupación lo que está ocurriendo en las cuatro provincias catalanas y la incidencia que empieza a tener en sus negocios. La situación se complica aún más con la 'huelga general' convocada este viernes en Cataluña y con la llegada a Barcelona de las cinco 'Marchas por la libertad'. Hoy se espera una 'tormenta perfecta' en la Ciudad Condal

La situación generalizada en el mundo empresarial es de inquietud, según explican diferentes fuentes económicas a La Información. Hay empresarios preocupados por lo que pueda pasar en sus empresas. Hay un 'paro de país' convocado y Seat ya ha anunciado que lo secundará. También hay expectación por lo que pueda suceder en grandes firmas como CaixaBank o Naturgy. En el caso del banco con sede en la Avenida Diagonal de Barcelona las fuentes consultadas recuerdan lo que ocurrió el 2 de octubre de 2017, un día después del referéndum ilegal, cuando decenas de sus empleados salieron a la calle en señal de protesta por la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Tanto en el Ibex como en la pequeña y mediana empresa se espera que la jornada de huelga consiga un "gran seguimiento". Prevén, en definitiva, una mayor incidencia que durante el 'paro de país' de 2017, tras el 1-O. El ambiente está caldeado. 

Pero no es el único problema. En la empresa catalana se mira con cierto recelo al 'Tsunami Democràtic' y las acciones de protesta que puedan organizar a partir de ahora. Ya han intentado colapsar El Prat, han puesto en jaque el Clásico y ahora caminan hacia acciones mucho más selectivas que consigan un gran impacto. Son ya más de 300.000 voluntarios altamente movilizados para 'actuar' donde se les indique. "Son gente permanentemente dispuesta a salir a la calle y organizados en una red multipolar", señala con inquietud un empresario consultado. Tienen claro que son "gente de orden", pero muy difícil de neutralizar cuando pasan a la acción. El mayor peligro es que puedan volver a intentar bloquear el aeropuerto de El Prat o intentar cerrar el paso en la frontera de La Junquera, algo que tendría consecuencias directas en sus negocios.

Los grupos violentos también alertan a las empresas. Más que por sus ataques nocturnos, que no tienen gran impacto en la actividad económica, por el problema de imagen que generan. No solo en el resto de España, sino en el extranjero. Los disturbios, más propios de otros países, ya han llegado a las páginas de Financial TimesThe Wall Street Journal. Y esos son los medios que leen los grandes inversores de fuera de nuestras fronteras. El hecho de que movimientos antisistema de otros países de Europa lleguen a Cataluña genera intranquilidad en el mundo empresarial. El Gobierno ya está intentando conocer sus conexiones y quién financia a todos estos radicales que están sembrando el caos.

La situación se ha complicado aún más este miércoles con el anuncio de Torra en el Parlament: otro referéndum de independencia a lo largo de esta legislatura. Esa es la principal preocupación de las empresas, especialmente las de gran tamaño. De momento la sensación no es de "pánico", pero si la Generalitat vuelve a vulnerar la legalidad el problema se hará mucho más serio. "Ahora no hay amenaza de ruptura como en 2017", aseguran. El problema de la seguridad jurídica sí que haría movilizarse a las firmas, como ya ocurrió cuando trasladaron sus sedes sociales ante el desafío que suponía la ruptura para sus intereses.

¿Qué pasará a medio plazo? Las primeras señales no son positivas. Dos cruceros suspendieron ayer su llegada a Barcelona. Se han suspendido las actuaciones en el Liceu y en el Palau de la Música. La cantante Aitana también ha aplazado su concierto en el Palau Sant Jordi. Y las embajadas de Estados Unidos, Reino Unido y Francia ya alertan a sus ciudadanos de los riesgos de viajar a Cataluña. Los empresarios consultados apuntan que su previsión es que esta "ebullición" se prolongue, al menos, hasta las elecciones generales del 10 de noviembre.

En los círculos empresariales catalanes se valora, en general, de forma positiva la actitud que está teniendo el Gobierno de Pedro Sánchez y las decisiones que está tomando. "De momento no se está equivocando", opinan. El mismo comentario se escucha de Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior en funciones, respecto a la respuesta que está dando a la violencia en las calles. Cualquier declaración del Ejecutivo central es mirada con lupa desde el prisma empresarial catalán.

Tanto en el mundo empresarial catalán como en el de Madrid existe cierta expectación por el discurso que va a pronunciar el Rey este viernes con motivo de los Premios Princesa de Asturias. La locución es supervisada por el Gobierno y se espera que vaya en la línea que las declaraciones del miércoles por la noche de Pedro Sánchez en Moncloa. 

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