La Generalitat Valenciana ha dado un importante toque de atención tanto a la actitud de los políticos de su comunidad vecina, como al nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La situación política en Cataluña es el principal riesgo para la Comunidad Valenciana, según la propia Generalitat. En un informe dirigido a inversores internacionales -coordinado por la propia Generalitat junto con el Instituto de Finanzas Valenciano-, se señala al ‘proces’ como el mayor peligro que tiene la comunidad para captar flujos de inversión extranjera.
La asunción de la conflictividad que tiene para el territorio vecino la tensión en Cataluña, choca con el hecho de que la misma Generalitat ha sido una de las comunidades más benévolas con el movimiento independentista. De hecho, uno de los bloques que conforman el actual gobierno, Compromís, tras el Acuerdo del Botánico tiene en su interior un movimiento que no solo apoya al independentismo catalán, sino que promueve la independencia de la propia Comunidad Valenciana como una parte más de los denominados ‘Países Catalanes’ (Paisos Catalans). Se trata del grupo denominado 'Bloc Nationalista Valencia'.
A lo largo del exhaustivo informe, que contiene cerca de 50 folios, la Generalitat destaca al menos dos riesgos importantes para los inversores extranjeros que deseen invertir en la comunidad. En primer lugar, la actual situación política en Cataluña. En especial, por el rechazo del actual presidente, Pedro Sánchez, de llevar a cabo una reforma profunda del sistema de financiación autonómica. La segunda, el efecto del retraso que tendrá directamente sobre la Comunidad Valenciana.
La Generalitat, a través del estudio, apunta directamente a Sánchez al constatar que una falta de acuerdo respecto de la financiación a la autonomía catalana puede volver a acrecentar las tensiones. Por el momento, el nuevo presidente se ha mostrado dialogante sobre algunas de las peticiones del president Quim Torra, pero el ofrecimiento queda muy lejos de lo que se pedía desde Cataluña por lo que es difícil que la situación se mantenga bajo control.
El principal problema que detecta el informe al referirse de la inestabilidad económica de Cataluña, es que ambas economías están muy relacionadas. El intercambio comercial entre ambas autonomías supera los 10.000 millones de euros. Además, la Comunidad Valenciana es la segunda región (tras Aragón) dónde más exportan las empresas catalanas, con cerca de 7.000 millones de euros. Al igual ocurre al revés, el segundo mercado que más abastece a las empresas catalanas son las valencianas, con un valor que supera los 4.400 millones.
El ‘no’ de Sánchez trae más problemas a Valencia
Pese a que en más de una ocasión, mientras ocupaba la oposición, Sánchez se mostró a favor de una nueva reforma de la financiación autonómica, una vez llegado a La Moncloa cambió de opinión. Además, el nuevo presidente ha perseverado en su posición frente al rechazo de pleno de algunos de sus barones autonómicos. En especial, uno de los más críticos ha sido el presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig. El socialista recalcaba que “es imprescindible adoptar solucionas definitivas” en el tema de la financiación.
La posición crítica de Puig va en línea con el segundo factor de riesgo que observa la Generalitat, a través del estudio 'Los desequilibrios en el sistema de financiación regional actual'. El informe señala que dicho sistema agrava las “desviaciones del déficit”. Además, el informe avanza en la crítica al sistema, que recae sobre Sánchez, al señalar que existe una “incertidumbre (manifiesta) del nuevo modelo de financiación regional, tras el informe del comité de expertos y el cambio de Gobierno”.
Los dirigentes valencianos se han mostrado a favor de que el Gobierno de Sánchez tome nota de la anterior propuesta de los expertos, para paliar “las deficiencias en la financiación de su comunidad”. El actual sistema, que data de 2009 tras una feroz negociación, actúa de la siguiente manera: los impuestos se pagan vía Producto Nacional Bruto, mientras que la CCAA recibe en función de la población. Por lo que existe importantes diferencias.
El informe, al que hace referencia los dirigentes valencianos, busca de solucionar este desfase a través de respetar el denominado principio de ordinalidad. Lo que significa, de manera resumida, que los mecanismos de solidaridad entre CCAA no revierta la posición del ranking de ingresos pagados. Dicho de otra manera, que el sistema debería reducir diferencias entre ricas y pobres, pero no intercambiar posiciones.
En definitiva, la actitud de Sánchez, y antes la de Rajoy, de mirar hacía otro lado en una de las grandes reformas que todavía quedan pendientes no ayuda a las regiones. De hecho, las penaliza ya sea de forma directa, a través de tensiones en sus propias cuentas macro, o de tensiones económicas en otras regiones que se autodenominan “infrafinanciadas” que afecta a la economía y al comercio entre regiones.
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