En pleno debate sobre la masificación de las playas por culpa de la pandemia del coronavirus a la vez que se mira hacia la construcción como posible salvador de la recuperación, desde Cataluña han dejado claro que su modelo pasa por una mayor protección del litoral. De esta forma, el Parlament de Cataluña ha aprobado este miércoles la ley de ordenación del litoral, que contempla la creación de un Conservatorio del Litoral que permite la compra pública de suelo con el fin de "salvaguardar y recuperar" la "parte más amenazada por la urbanización y artificialización".
La ley, que se ha aprobado con 108 votos a favor y 16 abstenciones y, por lo tanto, ha logrado algo tan poco habitual en la Cámara catalana como ningún voto en contra, también prevé gravar con un canon del 3% la explotación de actividades en el dominio público marítimoterrestre para las que sea necesaria una concesión de la administración.
De este canon quedan exentas la Administración del Estado, la de la Generalitat y las entidades locales, así como los títulos habilitantes para actividades nauticodeportivas de carácter no lucrativas. Los ingresos que se deriven de este canon se dedicarán "a la mejora, la conservación, la recuperación y la restauración del dominio público marítimoterrestre del territorio de Cataluña".
Este dominio público, según contempla la ley, también se extenderá a un mínimo de 1.000 metros aplicados en proyección horizontal tierra adentro. En lo que respecta al Conservatorio del Litoral, la ley establece que deberá crearse en un plazo máximo de un año y que se financiará con las aportaciones del Govern a través de los presupuestos, según informa Efe.
Otro de los aspectos relevantes de la normativa aprobada por la cámara catalana es la creación de un plan de protección del litoral que derivará "en planes de uso a nivel municipal" que tendrán por objetivo no solo la mitigación y prevención del cambio climático, sino la adaptación a los cambios que este provoca en el litoral catalán, según ha explicado en sede parlamentaria el conseller de Territorio, Damià Calvet.
La ley también clasifica las playas catalanas en cuatro tipos: urbanas, seminaturales, naturales y de protección especial, y también contempla la prohibición de las expansiones urbanas "que se opongan a los principios y los valores de protección, conservación y ordenación" que estipula la ley y también aquellas actividades privadas que sean "molestas e incompatibles" con los valores medioambientales. EFE
