Desconfianza por Rodalies

El Gobierno asume que ERC le apoyará dada la inversión de los PGE en Cataluña

El Ejecutivo espera que la 'lluvia de millones' garantice el favor de la formación soberanista a las cuentas públicas y contar con los 13 apoyos del grupo parlamentario para asegurar la mayoría. 

Isabel Rodríguez
El Gobierno asume que ERC le apoyará dada la inversión de los PGE en Cataluña.
Europa Press

El Gobierno presenta hoy las cuentas públicas en el Parlamento sin que le tiemble el pulso. Y lo hace con la idea de que son unos Presupuestos tan beneficiosos como irresistibles, sobre todo para aquellos que, como ERC, se resisten a decir que 'sí' a la propuesta.  El Ejecutivo defiende que la "hoja de ruta" de los Presupuestos supone una garantía para la recuperación económica por lo que, confían, el despliegue millonario tienen la fuerza suficiente como para superar los escollos que le impidan el paso en la tramitación parlamentaria. Así lo ha asegurado la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, quien también ha declarado tener esperanza en que en el Pleno el Gobierno reúna "todas las fuerzas políticas necesarias" para sacar adelante los PGE 2022 y espera contar, incluso, con el apoyo del Partido Popular y de Ciudadanos, pese al frontal rechazo de ambos grupos.

Mientras ERC sigue haciendo hincapié en que no hay ningún acuerdo cerrado y que todo esfuerzo ejercido por el Gobierno para con Cataluña es, por ahora, insuficiente para conseguir su apoyo formal a las cuentas públicas, en el Gobierno, la confianza es máxima. Delegan el 'favor' catalán en el 'caramelo' de la inversión y achacan la cerrazón de la formación soberanista a un desconocimiento: "El proyecto no estará en la cámara hasta el miércoles, confío en que una vez los conozcan dirán que sí", ha recalcado Rodríguez. Su posición, tan optimista, choca de frente con la postura y desconfianza que muestra ERC. Mientras el Gobierno estudia las negociaciones y da por hecho su victoria mayoritaria, la formación liderada por Pere Aragonés se cierra en banda dados los "deberes pendientes" que aún le queda al Gobierno en la comunidad como la ejecución de los PGE del año pasado. El descontento lo ha 'dejado caer' la secretaria general adjunta, Marta Vilalta, al aseverar que ERC, si tuviera que votar hoy, votaría que no a las cuentas. 

El objetivo del Gobierno en cuanto a los Presupuestos es llegar a los máximos acuerdos posibles al abrirse la negociación directa, tal y como ha declarado Héctor Gómez, portavoz socialista en el Congreso. Sin embargo, ese contacto claro aún no ha llegado, ya que los planteamientos se mantienen aún en líneas muy generales, como critica ERC. Por su parte, el argumento que repite el Gobierno para atraer a los soberanistas sigue siendo el mismo desde hace semanas —auspiciado por la mesa de diálogo— y es la "gran cuantía inversora" de los Presupuestos, que dejarán una cantidad generosa en Cataluña. De hecho, este fin de semana la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, recalcó que la comunidad recibirá la dotación presupuestaria más alta en comparación con las otras CCAA, un total de 3.000 millones de euros. "Contamos con la colaboración de la Generalitat, si se deja ayudar, para conseguir esta recuperación justa", puntualizó, invitando al Govern a ceder.

Así, la coalición de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz tienen poco más de dos meses para atar una mayoría en el Pleno que de luz verde a los PGE. Un 'libro amarillo' que urge aprobar, sobre todo dada la incorporación de los fondos europeos, y que se 'escurre' de momento en las manos de su socio prioritario: ERC. Y no solo por las reticencias del grupo nacionalista hacía los "deberes" incumplidos de la ejecución de las cuentas anteriores. Ya que, antes del 31 de diciembre, aún faltan cuestiones por cerrar con Cataluña que conciernen a los PGE. La más evidente es el traspaso de Rodalies, un asunto aún 'candente' tras la disolución de la huelga de Renfe en la Comunidad, que acabó con el acuerdo alcanzado entre Semaf y la operadora para restablecer los servicios previos a la pandemia. Un acuerdo mediado por el Ministerio de Transportes que dejó en 'el aire' un motivo troncal: el traspaso a la Generalitat y su afectación al personal de Renfe.

El Parlament de Cataluña está dividido en cuanto a este asunto. Tanto JxCAT como ERC y la CUP han enfatizado que la Comunidad debe hacerse con la gestión total de Rodalies, aunque la formación liderada por el president Aragonès aún no ha especificado si será una condición clave para apoyar los PGE. La CUP es la formación más aguerrida, ya que apunta que la huelga ha sido el resultado del "abandono" ejercido por el Estado. Los comunes, por su parte, defienden que el traspaso es prioritario y que debe incluirse en las cuentas públicas, algo que afirman ya está luchando la vicepresidenta Yolanda Díaz. Aunque la formación morada también se abre a otras alternativas, como a despachar el traspaso en otras esferas que no sean las cuentas públicas, como la mesa de diálogo, como ha especificado su portavoz Joan Mena. 

Por último, el PSC recalca que conviene hacer distinción y desvincular Rodalies con los Presupuestos dado que se pueden trabajar de manera paralela, haciendo alusión a la vía abierta de la bilateral. En esta línea, el Gobierno también pretende dejar claro que el 'cambio de manos' de la competencia de Rodalies no es una condición para el apoyo de ERC a los Presupuestos. Así lo ha atajado la portavoz del Gobierno, al expresar que el asunto ya se trazó el pasado 2 de agosto con la Generalitat, por lo que ese es su ámbito de despacho. "Estamos en se proceso de hablar y trabajar técnicamente", ha señalado, haciendo alusión a un grupo de trabajo conjunto formado exclusivamente para dicho asunto. Aragonès, por su parte, no ha hecho ninguna declaración sobre la polémica y tan solo se ha limitado a expresar que la prioridad de la negociación con el Estado es un referéndum pactado. Una consulta que, de hecho, espera 'forzar' para que quepa en la Constitución.

Mostrar comentarios