El reencuentro esperado: Puigdemont y Junqueras en Waterloo tras cuatro años

Todo parecía el final de una trágica película para los líderes de las dos fuerzas secesionistas con mayor peso en Cataluña. Era el año 2017, tras la fallida declaración unilateral de independencia, Puigdemont huía de España metido en el maletero de un coche, mientras que Junqueras esperaba en su domicilio su inminente detención que le ocasionaría un largo proceso judicial con una pena de prisión considerable. Cuatro años después, todo ha cambiado. Junqueras es libre tras el indulto del Gobierno y Puigdemont sigue disfrutando de su vida en Bélgica, sin haber sido efectiva la orden de búsqueda y captura de España. Hoy, en la vivienda del eurodiputado, ha tenido lugar la primera cita entre ambos.

Junqueras ha llegado pasadas las 14.00 junto a la expresidenta del Parlament, Carmen Forcadell, y los exconsellers, Raul Romeva, Dolors Bassa y Meritxell Serret. El último trecho hasta la casa de Puigdemont lo han hecho a pie, momento en el que han saludado a media docena de simpatizantes independentistas que les han recibido al grito de Unidad y con banderas esteladas.

En un primer momento el líder de ERC ha subido la escalinata de la casa sin que nadie le haya recibido, aunque minutos después Puigdemont ha escenificado el reencuentro independentista con una foto de familia junto a los que fueron miembros de su Govern, a la que se han unido el eurodiputado, Toni Comin, y el rapero huído Valtonyc.

EFE

Se trata del primer encuentro entre ambos en casi cuatro años, un tiempo en el que han exhibido sus diferencias y los partidos que lideran han chocado constantemente por el rumbo del proyecto independentista. Desde que obtuvieron los indultos, los presos del 1-O han comenzado a reencontrarse con los dirigentes independentistas en el extranjero: la semana pasada los excarcelados de ERC visitaron a la secretaria general del partido, Marta Rovira, que está huida en Ginebra.