El 2 de diciembre de 2010 Joseph Blatter anunció que el riquísimo emirato sería el encargado de organizar el torneo en 2022. Posterioremente esta decisión fue uno de los factores que desencadenó la grave crisis que sacude a la institución que dirige el fútbol mundial.
En un primer momento fue la prensa británica la que denunció la "corrupción" que propició la victoria de Catar. Pero fue el empuje de Estados Unidos, que finalizó la votación justo por detrás del pequeño país de 2,2 millones de habitantes, lo que provocó que la FIFA cayera en la peor crisis de su historia.
El presidente del gigante norteamericano Barack Obama no dudó en levantarse inmediatamente ante lo que consideró "una mala decisión".
Pero fue el 27 de mayo de 2015 cuando la justicia estadounidense dio el gran golpe. Aquella madrugada en el hotel Baur au Lac, donde se hospedaban los altos cargos de la FIFA antes de la reelección de Blatter para su quinto mandato, la policía suiza ayudada por el FBI detuvo a siete de estos dirigentes.
Desde su elección, el Mundial de Catar 2022 ha contaminado continuamente el funcionamiento de la FIFA.
La Cámara de Instrucción del comité de ética de la instancia mundial, dirigida por el antiguo fiscal estadounidense Michael Garcia, se encargó desde agosto de 2012 de investigar la malversación de fondos.
Hans-Joachim Eckert, presidente de la Cámara de Enjuiciamiento del comité de ética, señala en el 'Informe Garcia' los "comportamientos dudosos", pero no ofreció ninguna prueba de corrupción en noviembre de 2014.
Insatisfecho por la presentación que hizo la FIFA de su trabajo, Garcia la califica de "errónea e incompleta", alimentando un poco más las sospechas.
El escándalo provocó además daños colaterales: Blatter no dudó en utilizar el caso para desacreditar a su gran rival Michel Platini.
Además el suizo acusó a Francia y a Alemania de "presionar" a algunos votantes, desvelando una entrevista decisiva en el Palacio del Elíseo entre el presidente francés de la época Nicolas Sarkozy y Platini, en presencia del futuro Emir de Catar.
El pequeño país también ha sido señalado constantemente por las condiciones de trabajo de los obreros en las infraestructuras destinadas a la Copa del Mundo.
Otra de las polémicas ha sido la ubicación del torneo en el calendario. En un primer momento se había optado por el verano boreal, como es habitual en la Copa del Mundo, pero debido a las altísimas temperaturas que se registran en esta época, la FIFA decidió finalmente que se disputara entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de 2022.
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