Catorce acusados por estafa médica pactan penas menores para evitar la cárcel

  • Los cuatro médicos y diez comerciales de una farmacéutica acusados de estafar durante cuatro años 205.000 euros al Servicio Catalán de la Salud falsificando recetas de pensionistas han aceptado hoy penas de hasta dos años de cárcel, que no cumplirán porque no tienen antecedentes y han devuelto el dinero.

Barcelona, 24 abr.- Los cuatro médicos y diez comerciales de una farmacéutica acusados de estafar durante cuatro años 205.000 euros al Servicio Catalán de la Salud falsificando recetas de pensionistas han aceptado hoy penas de hasta dos años de cárcel, que no cumplirán porque no tienen antecedentes y han devuelto el dinero.

En la sección décima de la Audiencia de Barcelona estaba previsto celebrar hoy el juicio contra los catorce acusados, si bien ya habían llegado a un acuerdo previo con la fiscalía en el que aceptaban los hechos y asumían penas de hasta dos años para evitar la cárcel.

A la vista del acuerdo, el tribunal de la sección décima ha dictado "in voce" la sentencia, en la que se impone a los cuatro médicos un periodo de dos años de inhabilitación, así como multas económicas tanto para los facultativos como para los comerciales.

Los hechos reconocidos por los acusados, que ya han devuelto el dinero estafado a Servicio Catalán de la Salud, ocurrieron entre 2005 y 2009, cuando unos laboratorios farmacéuticos contrataron a un grupo de comerciales y visitadores médicos para tratar de convencer a los facultativos de que prescribieran sus medicamentos contra la ostereoporosis y la heparina.

Para poder lograr las primas que se pagan en la industria farmacéutica, donde hay una gran competencia entre marcas, los comerciales se pusieron de acuerdo con cuatro médicos de distintos ambulatorios de Barcelona y alrededores, que falsificaron a cambio de dinero centenares de recetas a pensionistas con los productos de esta farmacéutica.

De esta forma, como que las recetas no respondían a ninguna necesidad médica, los acusados provocaron un perjuicio patrimonial al Servicio Catalán de la Salud, ya que la totalidad de las recetas falsificadas eran de pensionistas, por lo que la Generalitat corría con la totalidad del importe.

Los acusados han admitido que, como sostenía la fiscalía, su actuación provocó un perjuicio económico al Servicio Catalán de la Salud de un total de 205.00 euros, que ya han sido íntegramente resarcidos.

Por este motivo, y a la vista de que los catorce acusados han aceptado los hechos y no cuentan con antecedentes penales, la Audiencia les ha condenado a las penas acordadas, de entre dos años de cárcel y un año y seis meses, así como a una multa económica y a la inhabilitación durante dos años para los doctores.

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