Durante el fin de semana

Las CCAA apuntan a 40.000 casos más y los disturbios azuzan la bronca política

Las autonomías encadenan récords de nuevos contagios, con Cataluña, Andalucía, Madrid y País Vasco como las más afectadas. Las dos noches seguidas de altercados se saldan con decenas de detenidos.

Un centenar de manifestantes tomó la Gran Vía en Madrid en la noche de Halloween.
Un centenar de manifestantes tomó la Gran Vía en Madrid en la noche de Halloween.
EFE

El miedo ha tenido muchas caras este fin de semana de puente de Todos los Santos en España. Y no por la noche de Halloween ni los disfraces infantiles que poco pudieron alargar la velada del sábado para no incurrir en el toque de queda. El país se ha sumergido en un fin de semana históricamente festivo con casi 41 millones de ciudadanos confinados en sus autonomías o incluso en sus ciudades y las noticias que vienen de las consejerías de sanidad de cada rincón no auguran que la curva haya frenado tras unos días de segundo confinamiento (en este caso, a medias si se compara al de marzo). Al contrario: continúa en claro ascenso y algunas autonomías añaden máximos diarios en número de fallecidos.

Asimismo, otra faceta de preocupación se está viviendo a pie de calle, donde el sábado de máscaras se convirtió en noche de altercados a cuenta de negacionistas ante la pandemia en la mismísima Gran Vía de Madrid, con una treintena de detenidos y una quincena de heridos, o en las principales calles de Logroño, las tres capitales vascas, Málaga, Murcia o, por segunda tarde consecutiva, Santander. En Barcelona, donde la protesta de anoche no estuvo relacionada con la Covid, sino con los desahucios, también se reportaron altercados y detenciones, después de que el viernes sí se produjeran graves consecuencias tras una marcha contra las restricciones. Entre todas, se acumulan por decenas las detenciones y los heridos, la mayor parte policías que ya han escrito al ministro del Interior reclamando más medios. 

Que la situación se ha descontrolado lo prueba que el propio presidente, Pedro Sánchez, salió al paso, cerca de las once de la noche del sábado, para condenar todas las acciones violencias, pedir serenidad y mostrar su apoyo al trabajo de las fuerzas del orden. Lo mismo han hecho alcaldes y presidentes autonómicos, desde la capital a la de La Rioja. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se unió a mediodía del domingo con su propio mensaje: "Vivimos meses de esfuerzo y no es momento de relajar medidas. Solo unidos venceremos al virus". Además, ha calificado de "inaceptable" la "conducta de grupos minoritarios".

Pero la bronca política ya ha prendido igualmente en todos los extremos: Vox capitalizó el malestar el viernes en Barcelona y Ciudadanos se enzarzó con ellos. Este domingo, ha sido el vicepresidente del Gobierno de coalición, Pablo Iglesias, el que ha señalado a la ultraderecha, a la que achaca "tirar la piedra y esconder la mano" y da por hecho que el partido de Santiago Abascal está alentando la protesta. Desde el PP, y mientras que el presidente Pablo Casado se limitó a apoyar a la Policía, otros diputados como Ana Vázquez han dirigido también su reproche directamente a la formación 'verde' y marcan distancia con una condena total de cualquier violencia.

La crítica de unos y otros viene después de Abascal, mientras se reproducían la quema de contenedores en Logroño o en Vitoria, dijera en Twitter lo siguiente: "El caos en la calle. La ruina en las familias. La epidemia de nuevo descontrolada. Nuestro apoyo a las fuerzas del orden, abandonadas por el gobierno, que solo se ocupa de repartirse un dinero que no llegará a los españoles".   

Los casos no ceden

Sea como sea, y a falta de los datos oficiales del Ministerio, los informes facilitados por cada administración apuntan a que solo entre el viernes y el sábado se superaron los 40.000 nuevos contagios, lo que ya rebasa la media de unos 17.000 contagios que se contabilizaron en los tres días del fin de semana pasado y que ya supusieron un avance de casi el 40% de incidencia sobre el anterior. Tras contabilizar muy por encima de los 20.000 positivos añadidos a sus series al cierre del viernes, los datos conocidos durante la mañana de domingo confirman a que se repetirán las cifras para el sábado.  

Y eso que Cataluña, que sobrepasó los 6.000 contagiados y batió su marca en toda la pandemia el viernes (y comunicados el sábado) ha bajado a poco más de 4.000 un día después. La parte más negra de su estadística más actualizada, sin embargo, es que ha tenido que comunicar medio centenar exacto de víctimas mortales. 

Galicia sí que ha encadenado un nuevo día elevando su listón de positivos y roza ahora los 800 en las últimas 24 horas, con zonas como las de Ferrol donde se están desbocando los contagios tras confirmarse que Vigo, la jornada previa, estaba en un fuerte ascenso. Todo ello, pese a ser una de las pocas autonomías que no ha cerrado sus fronteras exteriores aunque sí ha clausurado las principales ciudades y todo municipio por encima de los niveles de riesgo.

Otras autonomías, como País Vasco, Murcia o Baleares replicaron casi los resultados del día anterior, con cierta tendencia a la baja. En Euskadi, el numero de nuevos positivos sí descendió de manera algo más notable, de 1.500 a 1.151, aunque preocupa que la tasa de positividad haya escalado del 8,9% al 9,5% con solo una jornada de diferencia. En Murcia también cayeron los nuevos positivos de los 903 a los 708, aunque se registró un fallecido más que en la víspera, hasta los 12. La Región levantina está en máximos en este último dato. En tercer lugar, Baleares, que es de las autonomías con menor impacto en la segunda ola, cierra el fin de semana con casi medio centenar de casos. 

En Andalucía, que se situó muy cerca de los 6.000 contagiados hace dos días, se volvieron a aproximar a esos guarismos y registró 5.243 positivos que cierran la peor semana de la pandemia con 28.685 casos y 236 muertes semanales, según los datos difundidos por la Consejería de Salud y Familias, que contabiliza doce muertes en 24 horas, la cifra más baja de esta semana. Por cuarto día seguido se han contado más de 5.000 afectados.

Y al otro lado de las fronteras nacionales, va calando otra faceta del miedo. El anuncio del primer ministro británico, Boris Johnson, de volver durante un mes al confinamiento más estricto (con la salvedad de la educación) tras superar el millón de contagios se suma a la de Francia de unos días antes y a las dudas de Alemania. No hay que olvidarse que la imposición del toque de queda que impera en las calles españolas ahora empezó en Europa.  

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