"Falta conciencia pública"

Las CCAA incentivan a los sanitarios para trabajar en verano por la quinta ola

Cataluña ya ha cancelado vacaciones en algunos centros asistenciales a determinados sanitarios mientras que en Baleares se incentiva el trabajo en verano y en Madrid algunos centros sufren la falta de personal.

Covid
Las CCAA incentivan que los sanitarios trabajen ante la presión en hospitales.
Europa Press

A pesar de que la incidencia en España esté en caída libre en el entorno de los 600 casos, esta semana ha sido la que más fallecidos ha registrado desde mayo, con un total de 520  según los datos del Ministerio de Sanidad, que alertan además del aumento de la tasa de ocupación en UCIs en las últimas semanas, especialmente en Cataluña (un 45%, registrado este viernes), Baleares (24%), y Madrid (28%).  La quinta ola también ha afectado esta semana a las residencias, donde se han doblado las muertes en tan solo siete días. Ante este escenario, que llega tras un año y medio de pandemia, las autoridades sanitarias de varias autonomías han lanzado planes de incentivos, con días libres o pagas extra, para los sanitarios que quieran o deban trabajar, a pesar de que muchos de ellos advierten que están exhaustos y desconexión y vacaciones en agosto.

"En Cataluña ha sido necesario quitar días libres y vacaciones en algunos centros asistenciales. No es ilegal que se cancelen, siempre priman las necesidades asistenciales e incluso pueden hacer doblar. Pero los profesionales sanitarios están francamente agotados", afirma Diego Ayuso, Secretario General del Consejo General de Enfermería. En esta misma Comunidad, el Instituto Catalán de Salut (ICS) ha incentivado a los sanitarios a que suplan la demanda derivada de la quinta ola a través de bonificaciones por doblar turno hasta, como mínimo, el 15 de septiembre. "Empezarán a cobrar el doble del precio de la hora de atención continuada (primaria) efectivamente trabajada a contra turno", especifica el comunicado.

El comunicado también hace referencia a las guardias que se requieren para "tapar agujeros" durante el periodo de la quinta ola, y especifica que cuando aquellos sanitarios contratados para garantizar la cobertura de la Atención Primaria "sean requeridos" para aumentar sus guardias previstas percibirán por la jornada adicional el doble del precio. En cuanto a las enfermeras que tenga que doblar turno para poder paliar el exceso de trabajo por los ingresos, percibirá sus retribuciones de los "servicios extraordinario al 200%, en lugar de al 155% establecidas en las tablas salariales". Una medida que está siendo criticada por todos los sindicatos sanitarios, que ven en esto una falta de planificación en los recursos humanos.

El responsable del Consejo Genera de Enfermería, enfermero el el Hospital 12 de Octubre y en el Hospital Universitario de Getafe, advierte que es indispensable cuidar la salud mental de los enfermeros para una mejor calidad del Sistema Nacional de Salud: "Es imprescindible preservar los días libres porque el agotamiento físico y psicológico es altísimo".  En Madrid oficialmente no se ha anunciado ninguna medida para reforzar en el periodo estival la asistencia sanitaria, pero algunos centros hospitalarios están congestionados debido al cierre de camas por vacaciones y el repunte de ingresos por la cepa Delta. En los centros de atención primaria madrileños, varios sindicatos denunciaban las largas colas que se formaban y la falta de personal médico. Hace apenas una semana, trabajadores de Urgencias y Emergencias del Hospital La Paz denunciaban que el centro amanecía con "72 pacientes pendientes de ingreso", esperando en salas con sobrecarga de ingresados. 

Baleares, por otro lado, sí ha tomado medidas en verano ante la falta de recursos humanos y el repunte de ingresos que, según el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE), es un problema sistémico en las islas debido a la "barrera del idioma", que genera menos solicitudes de opositores sanitarios peninsulares.  Daniel Torres, secretario nacional del SAE, explica que la Sanidad balear les recibió, junto con otros sindicatos, hace poco más de 10 días para hacerles una propuesta: ante la necesidad asistencial, si los sanitarios suspendían las vacaciones tendrían días extra o incluso paga extra. 

Todos se negaron: "Les habíamos avisado de que iba a faltar personal y no nos hicieron caso. Esas condiciones no se pueden permitir", explica Torres. Ante la sobrecarga de trabajo, Baleares ha tenido que solventar la situación en las zonas más críticas facilitando el traslado de personal: "Hace una semana se tuvo que hacer un llamamiento por falta de técnicos de enfermería y ofrecieron un contrato con alojamiento (en hotel) para dos meses. Vino gente de la península", explica Torres. "El refuerzo ha tenido lugar, sobre todo, en Ibiza", puntualiza. El miembro del SAE, que ahora está en reserva en el sindicato pero que estuvo de marzo a junio del año pasado trabajando en el Hospital Son Llàtzer de Mallorca, detalla además que seguramente a aquellos a los que les quiten vacaciones serán a los que tengan contrato desde enero.

A esto se suma la problemática, que también ocurre en otras Comunidades, que cuando hay sanitarios que se van de vacaciones, en lugar de cubrir las bajas, cierran plantas hospitalarias. "Cuando quieres abrirlas, como ahora, resulta que no hay personal. Porque no las han cubierto y ha subido la presión asistencial. En los dos Hospitales Universitarios ha habido plantas que no han podido abrir por falta de enfermeras", argumenta. Aún así, con una previsión volátil de cómo evolucionará la pandemia en las islas a lo largo de agosto, el sindicato prevé que la medida se implantará intentando no importunar excesivamente. "Mucha gente tiene billete para ir a la península. Tirarán de la gente que se queda para que doble turnos", concluye Torres. 

Por último, el sindicato pide que se valore y se tenga en cuenta el estado exhausto en el que se encuentran los sanitarios. Muchos de ellos, especifican, en tratamiento psicológico o terapia debido a la presión sostenida a la que han sido sometidos. Miedo a contagiar, miedo a llevar el "bicho a casa", como explica Torres, incertidumbre ante una próxima ola y situación de tensión y saturación que se mezclan con el cansancio de estar horas y horas sin poder quitarse el uniforme EPI. "Si encima cuando llega el verano no se desconecta, o hay que sustituir a alguien y se ven fiestas y botellones, el ánimo cae aún más", explica Torres. La impresión general entre los profesionales sanitarios es que esta quinta ola podría haberse previsto al estar informados de lo que ocurría en la India con la variante Delta, igual que las noticias que empezaron a llegar de Wuhan. "Nos apena que no haya conciencia pública. Al final, el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". 

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