Madrid.- Las patronales CEOE y CEPYME se mostraron escépticas hoy sobre uno de los puntos clave de la reforma laboral, la posibilidad de que las empresas con dificultades realicen despidos procedentes con una indemnización de 20 días por año trabajado, ya que consideraron que esos motivos económicos son "imprecisos".
"Las causas económicas para el despido procedente continúan siendo imprecisas, ambiguas y, por lo tanto, de difícil interpretación", señalaron las patronales en un comunicado, en el que avisaron que ese punto de la reforma puede resultar "estéril".
CEOE y CEPYME se quejaron de que esa misma ambigüedad, presente en la legislación actual, ha provocado que el 78% de los despidos realizados en 2009 fueran declarados improcedentes por los juzgados, lo que obliga al empresario a pagar una indemnización de 45 días por año trabajado, en vez de los 20 días del despido procedente.
En conjunto, consideraron que la reforma laboral aprobada ayer en el Congreso de los Diputados es una "oportunidad perdida", ya que "no responde, a pesar de los esfuerzos realizados, a las necesidades del mercado de trabajo en España".
En opinión de las patronales de los grandes y los pequeños y medianos empresarios, las medidas introducidas son "en general claramente insuficientes" e "incapaces de solucionar los graves problemas de la economía y el empleo en España".
Así, instan a que se mejore en el Senado "de manera mucho más decidida si queremos impulsar la competitividad y así mantener el empleo".
Si no, los empresarios creen que la falta de medidas efectivas "hará inevitable que en un breve plazo sea necesario plantear nuevas reformas".
En cualquier caso, CEOE y CEPYME valoran como "un paso en la buena dirección" que se amplíe el contrato de fomento del empleo a más colectivos y que "se haya evitado caer en la tentación de ampliar la sindicalización de las pymes sin representación legal".
De cara a la tramitación de la reforma laboral en el Senado, los representantes de los empresarios esperan que se incorporen las mejoras que han planteado para fomentar el empleo juvenil, la contratación temporal y por obra y servicio y conseguir una mayor flexibilidad interna de las empresas.
También hacen especial hincapié en mejorar la colaboración privada con el INEM y en "universalizar" las prestaciones del Fondo de Garantía Salarial (FOGASA), que se nutre en sus totalidad por las cotizaciones empresariales.
En el comunicado, CEOE y CEPYME reiteraron su "firme voluntad de negociar" con sindicatos, con el Gobierno y con los grupos parlamentarios, aunque denunciaron "el inmovilismo que pregonan las centrales sindicales", que "sólo nos lleva a mantener altas tasas de paro, sobre todo entre los jóvenes, sin comparación con otros países europeos".
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