Más de 6.000 migrantes devueltos

El Gobierno asume que la crisis de Ceuta está en manos de Rabat y recurre al 'FT'

Moncloa habla de un "control semaforal" de la frontera por parte de Marruecos y mueve hilos en la UE para exigir al reino alauita que refuerce la actuación de la Policía con quienes se lanzan al mar jugándose la vida. 

Militares Ceuta
El Gobierno asume que la crisis de Ceuta está en manos de Rabat y recurre al 'FT'
Agencia EFE

Moncloa sigue moviendo piezas para que la crisis con Marruecos amaine. Ceuta siguió siendo este miércoles escenario de un goteo de llegadas de migrantes a los que el país vecino no frena y eso es lo que está intentando denunciar el Gobierno de Pedro Sánchez utilizando las vías diplomáticas abiertas. Hay contactos de la cúpula gubernamental con los principales países europeos pero desde el Ejecutivo asumen que poco pueden hacer. La solución, admiten fuentes implicadas en la estrategia, no se encuentra ni en Madrid ni en Bruselas. Está en Rabat y en la persona de Mohamed VI.

Los policías, guardias civiles, militares y Cruz Roja apostados en El Tarajal continuaron recibiendo en las últimas horas a africanos que querían acceder a nado a territorio nacional. Los adultos son devueltos a Marruecos y los menores se quedan en España. Según los últimos datos de Interior, la Policía ya ha devuelto al país vecino a más de 6.000 de los 8.000 migrantes que han cruzado la frontera. La situación depende, por tanto, de la voluntad del reino alauita, de que abra o cierre el grifo en su territorio. "No hay otra solución", reconocen en el Ejecutivo ante una actitud que califican como "control semaforal" por parte de las autoridades marroquíes.

La solución, por tanto, pasa por "la diplomacia" y el Gobierno admite seguir haciendo su trabajo en el seno de la Unión Europea. No es sencillo. En Ceuta y Melilla están en juego también los intereses de Estados Unidos. La embajada americana está siguiendo muy de cerca todo lo que está sucediendo. Por ello en el Ejecutivo valoran como "muy positivo" que tanto la Comisión como el Consejo Europeo se posicionaron del lado de España de una forma tan contundente. En las últimas horas se ha seguido trabajando a nivel discreto para que esa presión a Marruecos no llegue solo de Moncloa o Exteriores, sino que llegue también desde Bruselas. Hay que recordar que Sánchez habló con Angela Merkel, entre otros, el pasado martes, en los momentos más complicados y tensos de la crisis migratoria y diplomática.

Para conseguir la colaboración de la UE en este conflicto en el Gobierno admiten que están siendo claves las imágenes de los migrantes llegando exhaustos a la costa española y siendo ayudados por militares, guardias civiles o personal de Cruz Roja. Una de esas fotografías fue portada del Financial Times. En ella se podía ver a un miembro de las Fuerzas Armadas españolas trasladando a un menor en brazos. Una instantánea que habla por sí sola y que sumada a otras, como la del guardia civil, ayudando a un bebé en el agua, han ayudado a que Rabat controle relativamente el flujo, admiten las mismas fuentes. El Gobierno las ha utilizado para completar su estrategia.

La crisis reconocían este miércoles desde el Ejecutivo no se encuentra cerrada pero sí se "está suavizando". Marruecos va "bajando el diapasón", añaden, al menos de momento. Las próximas horas serán decisivas para conocer si la avalancha desde Marruecos se frena o seguirá habiendo un goteo de llegadas de migrantes

Portada del FT sobre Ceuta
Portada del FT sobre Ceuta

LI

En esta estrategia diplomática para intentar que Marruecos controle a los ciudadanos que se echan al mar también está participando el Ministerio de Exteriores, que fue el responsable, junto al CNI, de dar cobertura a Brahim Gali, secretario general del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, para que pudiera aterrizar en Zaragoza y ser trasladado a La Rioja para ser tratado presuntamente por Covid. El Gobierno le facilitó una identidad falsa a nombre de Mohammed Benbatouche. Su presencia en España fue el detonante de la crisis aunque el Ejecutivo explica que fue una decisión humanitaria. La revista francesa que desveló que el enfermo era Gali, por cierto, publicó que Alemania había rechazado su entrada en el país. La ministra Arancha González Laya se encuentra en contacto con la embajadora marroquí, Karima Benyaich, pero esta vía no está avanzando. Hay que recordar que la diplomática alauita es hija del que fuera médico Hassan II y, por tanto, una persona clave para Mohamed VI. 

El Gobierno continúa trabajando en el Comité de crisis creado ad hoc por la crisis de Marruecos pero pocos avances se están produciendo también en ese escenario. El Ministerio de Derechos Sociales está trabajando para solucionar la situación de los menores que continúan en Ceuta y ha propuesto que las Comunidades Autónomas acojan a 200 de ellos en los próximos días. Se espera un acuerdo. Otro asunto a solucionar son las llamadas "devoluciones en caliente" de personas que llegan a nado, que no vulneran la ley pero que nunca han gustado a los dirigentes de Unidas Podemos. Hay debate. La eurodiputada morada, Idoia Villanueva, ha pedido, por su parte, a la parte socialista del Gobierno no ceder a los "chantajes" de Marruecos y ha solicitado "la libre determinación para el pueblo saharaui".

El Rey Felipe VI también se encuentra al tanto de toda la estrategia desplegada por el Gobierno. Moncloa y Zarzuela estuvieron en contacto en la elaboración del discurso inédito de Sánchez, lanzando un serio aviso a Marruecos. El presidente y el monarca hablaron por la mañana del martes para coordinar estrategias. Marruecos es un asunto siempre delicado para la Casa Real y no hay que olvidar que el monarca emérito y Mohamed VI se consideraron siempre "primos" por la amistad que le unió a su padre, Hassan II. La relación con el reino alauita es clave para la jefatura del Estado.

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