Chávez cambia la frase 'Socialismo o muerte', por 'Gracias, Dios mío'

  • Jamás en sus comparecencias, el presidente Chávez había leído un texto, sino que siempre confiaba en su carismático verbo. Los venezolanos asistieron asombrados al discurso de Chávez, donde el mandatario leyó de cabo a rabo dos cuartillas.
Rafael del Naranco | Caracas

El corto discurso del presidente reconociendo su enfermedad ha tenido diversas lecturas, pero la más clara es que los venezolanos ya no están ante el hombre imbatible y fogoso, sino ante un líder afligido, muy demacrado, con la voz a veces entrecortada y sin la fuerza que le ha caracterizado durante todos estos años.

Jamás en sus viajes y comparecencias, el presidente Chávez había leído un texto, sino que siempre confiaba en su carismático verbo. Los venezolanos asistieron asombrados al discurso de Chávez, donde el mandatario leyó de cabo a rabo dos cuartillas, algo jamás realizado en su periplo político. Acostumbrado a realizar arengas de ocho y nueve horas improvisadas, esta vez no improvisó sino que leyó un texto que, según informaciones, le ayudó coordinar el propio Fidel Castro que permanentemente está a su lado.

Y lo que más ha sorprendido a los analistas es que Chávez ha cambiado el contenido y el final de sus arengas. Ya no son tan políticas, sino más religiosas. "Desde que el mismo Fidel Castro en persona vino a anunciarme la dura noticia del hallazgo cancerígeno, comencé a pedirle a mi señor Jesús, al Dios de mis padres, diría Simón Bolívar; al manto de la Virgen, diría mi madre Elena; a los espíritus de la sabana, diría Florentino Coronado; para que me concedieran la posibilidad de hablarles, no desde otro sendero abismal, no desde una oscura caverna o una noche sin estrellas.

“Con ustedes no quería ni quiero para nada que me acompañen por senderos que se hundan hacia abismo alguno. Les invito a que sigamos juntos escalando nuevas cumbres. ¡Gracias Dios mío! ¡Gracias pueblo mío! ¡Gracias, vida mía! ¡Hasta la victoria siempre! ¡Nosotros venceremos!”.

Con estas últimas frases, Chávez dejaba de lado el eslogan que marcó con fuerza su gobierno de casi 13 años, y que se convirtió en el saludo obligatorio de las Fuerzas Armadas Bolivarianas y de todo acto patriotero o discurso que daba: “¡Patria, Socialismo o Muerte!”.

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