Chávez encierra a sus amigos

  • Los nuevos ricos venezolanos amasaron su fortuna durante la revolución del presidente Hugo Chávez y parecían intocables. Ahora están en la cárcel por corrupción.
Un hombre fotografía las muestras gigantes de los billetes venezolanos expuestas en la sede del Banco Central de Caracas (2007)
Un hombre fotografía las muestras gigantes de los billetes venezolanos expuestas en la sede del Banco Central de Caracas (2007)
Jorge Silva | Reuters
Charlie Devereux | GlobalPost
Charlie Devereux | GlobalPost

(Caracas, Venezuela). El gobierno venezolano ha detenido hasta ahora a 10 hombres de negocios en una especie de purga contra la corrupción. Lo llamativo es que los detenidos parecían hasta ahora intocables, debido a su vinculación con la revolución de Chávez.

El gobierno ha intervenido ocho bancos después de que las autoridades hallasen irregularidades en sus operaciones. Esos bancos representan el ocho por ciento de los depósitos totales de Venezuela. Algunos de ellos han estado prestando a sus ejecutivos grandes sumas de dinero, mientras que uno de sus propietarios no ha podido demostrar de dónde sacó el dinero para financiar la adquisición de cuatro bancos.

"Son un grupo de banqueros irresponsables, de ciudadanos locos por la ambición, que empezaron a usar el dinero público, el dinero público y privado en sus bancos, para cometer crímenes", ha dicho Chávez.

Las intervenciones del gobierno despertaron los temores a una crisis bancaria nacional y han puesto el foco de atención en los nuevos ricos venezolanos, conocidos como los boliburgueses o boligarcas, unos términos con los que se hace referencia a su enorme riqueza y también a su relación con la revolución bolivariana de Chávez. "Un boliburgués es un hombre que se ha convertido en un empresario o magnate a través de sus relaciones con altos funcionarios del gobierno", explica Teodoro Petkoff, editor del diario venezolano Tal Cual y anteriormente político, guerrillero y ministro de Economía.

Los analistas dicen que la purga de bancos es una forma que ha tenido Chávez de distanciarse de un grupo de personas que se hicieron enormemente ricas y poderosas con su revolución, al mismo tiempo que se retrata como alguien que combate contra la corrupción.

Entre los detenidos se encuentra Ricardo Fernández Barrueco, conocido como "el zar de Mercal" porque amasó su fortuna vendiendo harina y otros productos a los mercados subsidiados por el gobierno. Se calcula que tiene 1.120 millones de euros (1.600 millones de dólares estadounidenses), la mayor parte escondidos en el extranjero, según las investigaciones del gobierno. Consiguió hacerse con el favor de Chávez después de prestarle su flota de camiones al gobierno durante la huelga general de 2003.

Otro de los detenidos, Arne Chacón, ascendió rápidamente de funcionario de una oficina de impuestos a presidente del Banco Real, una de las entidades que están bajo investigación. Es hermano de Jesse Chacón, el ministro de Ciencia y Tecnología y aliado de Chávez desde hace 20 años, que renunció a su cargo tras conocer el arresto. "Lamento mucho que sea el hermano de un ministro, pero con esto estamos demostrando que no hay intocables", explicó el presidente Chávez.Jesse Chacón es considerado por muchos como el número tres de Chávez, y entre sus muchos cargos en el gobierno llegó a ser también ministro de Interior. Su renuncia ha hecho que la gente se pregunte hasta qué punto ha penetrado la corrupción en el gobierno venezolano.

Los chanchullos en Venezuela no son un fenómeno nuevo. El ascenso de Chávez al poder se debió en gran parte al descontento del electorado por la corrupción en los gobiernos anteriores.Algunos dicen que el problema se ha convertido en algo endémico con Chávez, una denuncia que respalda el índice de corrupción que realiza el organismo Transparencia Internacional y que sitúa a Venezuela entre los países peor parados. Otros dicen que dichas encuestas son erróneas, porque sólo preguntan a empresarios que, con la excepción de los boligarcas, son en general antichavistas.

Hace poco más de una semana el gobierno detuvo a una juez y a todos los miembros de su tribunal después de que dejase en libertad a Eligio Cedeno, otro boligarca, que fue arrestado en 2007 acusado de evadir los controles de divisas del gobierno para comprar dólares estadounidenses. La juez María Afiuni sentenció que Cedeno debía de ser puesto en libertad tras escuchar la opinión de un panel de expertos legales. Chávez ha pedido 30 años de cárcel para Afiuni.

Las voces progubernamentales aseguran que este último caso demuestra que la judicatura es parte de un sistema corrupto que existía antes de la llegada de Chávez. Otros dicen que el veredicto de Afiuni es legal y que la intervención de Chávez prueba que los tribunales están subordinados a sus caprichos.

Hugo Chávez se enfrenta a unas importantes elecciones en 2010, cuando los venezolanos tendrán que votar a los miembros de la Asamblea Nacional Legislativa. La popularidad del presidente ha caído de un 57 por ciento en febrero al 46 por ciento en octubre de este año, según una encuesta de la firma Datanalisis. El porcentaje podría caer más si los votantes creen que el presidente ha estado haciendo la vista gorda a las actividades de los boligarcas.Muchos se preguntan cómo pudo ignorar la corrupción que se estaba produciendo en círculos tan próximos a él.

Gregory Wilpert, editor de la publicación online prochavista Venezuelanalysis, cree que eso sí pudo ser posible. "No me sorprendería que lo acabase de descubrir ahora, porque es bien sabido que Chávez está muy influido por sus asesores", asegura. "Si se mira a lo que siempre dice la gente en las comunidades, se verá que dicen que adoran a Chávez, pero que está rodeado de un puñado de corruptos".

Pero las voces de la oposición como Petkoff creen que el escándalo de los boligarcas podría implicar a confidentes aún incluso más cercanos a Chávez, como su ex vicepresidente Diosdado Cabello, o incluso a su hermano, Adán, gobernador del estado de Barinas."Aquí nos encontramos con una paradoja, porque a los ojos del gran público, por encima de todos los miembros de su partido, el presidente parece ser un campeón en la lucha contra la corrupción", dice. "A corto plazo esto podría ayudarle, ¿pero será capaz el presidente de mantener esa imagen de sí mismo como San Jorge contra el dragón a medio plazo? No lo sé".

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