Chile: futuro político de Enríquez-Ominami en riesgo por financiamiento ilegal

  • El futuro político del cineasta Marco Enríquez-Ominami, uno de los probables candidatos para las elecciones generales de 2017 en Chile, quedó en riesgo tras ser imputado en una extendida investigación por financiamiento ilegal de la política que ha salpicado a todos los sectores.

Meo, el acrónimo con el que se le conoce al joven político progresista chileno que ha competido en las últimas dos elecciones presidenciales, declaró ante la Fiscalía Nacional el lunes por la recepción de unos 500.000 dólares de parte de la minera Soquimich para su última campaña presidencial.

El método de financiamiento ilegal es el mismo utilizado por una decena de políticos que hoy están bajo investigación en Chile: la entrega de facturas por servicios no prestados y por los cuales las compañías descontaron impuestos.

Para la campaña de Meo las facturas fueron emitidas por su jefe de campaña, Cristián Wagner, pero en su caso el origen de los fondos adquiere una relevancia adicional: se trata de una empresa controlada hasta hace poco por Julio Ponce, exyerno de Augusto Pinochet, cuya dictadura abatió en 1974 al padre del político, el exguerrillero y símbolo de la lucha armada Miguel Enríquez.

"Este proceso (judicial) constituye un enorme riesgo para Meo. Pero es también una gran oportunidad para que se victimice", porque otros probables candidatos también aparecen vinculados al caso, explicó a la AFP el analista de la Universidad Diego Portales, Patricio Navia.

De parte del oficialismo, quien figura como el más probable candidato a suceder a la presidenta Michelle Bachelet es el exmandatario de su mismo partido Ricardo Lagos (2000-2006), quien también carga en sus espaldas un escándalo de financiamiento ilegal de la política durante su mandato.

En la prematura carrera presidencial chilena, figuran también el exmandatario derechista Sebastián Piñera (2010-2014) y el exministro de Hacienda del gobierno de Bachelet, Andrés Velasco, éste último también vinculado a la investigación de financiamiento irregular de la política pero por parte del poderoso grupo empresarial Penta.

"Al final del día, la elección presidencial será entre Piñera, Lagos, Meo y Velasco. De ellos, tres están involucrados en el financiamiento irregular (...) En ese sentido, estar acusado de financiamiento irregular no se convierte en una herida mortal, porque todos la tienen", agrega Navia.

Fundador y dirigente del pequeño Partido Progresista (PRO) -que no tiene representación parlamentaria-, Meo figura en las encuestas de opinión como uno de los políticos con mayor futuro de la escena política local.

Exdiputado del Partido Socialista emergió en la escena política chilena enarbolando un discurso de ruptura, en que se oponía a las formas tradicionales de hacer política en Chile, captando el voto de los desencantados, convirtiéndose de esta forma en la sorpresa de las elecciones de 2009, en las que llegó en tercer lugar, con el 20% de los votos.

De hablar atropellado, acusado de populista, rebelde sin causa y mujeriego, Enríquez perdió casi la mitad de su votación la segunda vez que enfrentó las urnas, en 2013, cuando ganó Bachelet con un 62% de los votos, y en las que Meo llegó tercero, con un 10% de los sufragios.

Nacido meses antes del golpe de Estado que instaló en el poder a Augusto Pinochet, en 1973, Enríquez vivió hasta su adolescencia en Francia, donde partió exiliado junto a su madre, la periodista Manuela Gumucio.

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