"Lo que hemos dicho (...) es reiterar la importancia de las garantías de un debido proceso", dijo el canciller chileno Heraldo Muñoz a medios locales, reafirmando la postura expresada el sábado por el país en una nota de prensa.
En esa declaración, Chile afirmó haber "seguido con atención" el proceso judicial contra López -que concluyó el jueves con una condena de 13 años de cárcel-, y pidió que "se observen las garantías judiciales de un debido proceso y la eficacia de los recursos disponibles para que los afectados puedan reclamar de una sentencia de primera instancia".
La comunicación chilena causó molestias en Caracas, cuyo gobierno pidió ese lunes al chileno que "evite inmiscuirse en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela".
En una posterior respuesta, emitida este lunes, la Cancillería chilena afirmó que "bajo ningún concepto puede considerarse como una intervención en los asuntos internos una expresión respetuosa sobre los derechos humanos y garantías fundamentales en otro país".
Chile ha manifestado anteriormente su preocupación por la situación existente en Venezuela tras las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro que dejaron 43 muertos entre febrero y mayo de 2014.
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