China lamenta las peticiones "poco razonables" de los países desarrollados

  • Pekín.- El Gobierno chino acusó a los países desarrollados y sus peticiones "poco razonables" de entorpecer la negociación para llegar a un acuerdo en la Cumbre del Cambio Climático que se desarrolla estos días en Copenhague (Dinamarca).

Pekín.- El Gobierno chino acusó a los países desarrollados y sus peticiones "poco razonables" de entorpecer la negociación para llegar a un acuerdo en la Cumbre del Cambio Climático que se desarrolla estos días en Copenhague (Dinamarca).

En rueda de prensa ofrecida hoy en Pekín, la portavoz de turno del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang Yu, aseguró que las conversaciones están en "una fase crítica".

"Se han conseguido algunos logros pero sin embargo todavía permanecen fuentes de conflicto", expuso la portavoz china, quien animó a los países ricos a "afrontar sus responsabilidades históricas"

Jiang también confirmó que el primer ministro chino, Wen Jiabao, partirá mañana hacia Copenhague para participar en los últimos y decisivos días del encuentro.

Varias delegaciones en la cumbre climática acusaron ayer a China y Estados Unidos, los países más contaminantes del planeta, de entorpecer los avances para consensuar un documento.

En este sentido, Pekín se defendió argumentando que los países desarrollados introdujeron "regresiones" en materia de ayuda financiera y técnica que deben prestar a los países emergentes.

"La clave del éxito es que los países desarrollados muestren su deseo político de alcanzar un acuerdo", sentenció Jiang, quien apuntó a la necesidad de que estas delegaciones fijen "objetivos concretos" para desarrollar la negociación.

Ayer, tanto los enviados de Washington como de Pekín, así como los representantes de la Unión Europea (UE), cancelaron sus respectivas ruedas de prensa después de que el bloque africano abandonase la sesión de ayer, lunes, por considerar que los países ricos intentan "matar" el Protocolo de Kioto, vigente hasta 2012.

Las potencias emergentes, entre ellas China, se han opuesto a firmar compromisos vinculantes, a los que el Protocolo de Kioto sólo obliga a los Estados ricos, algo que también les piden los Países Menos Desarrollados (LDC, por sus siglas en inglés).

Antes de la cumbre, Pekín, primer emisor mundial de CO2, anunció que se comprometía a reducir para 2020 entre un 40 y 45 por ciento su intensidad de carbono (la relación entre las emisiones de dióxido de carbono por unidad de PIB) respecto a 2005.

La intensidad energética es un concepto algo más vago que una reducción concreta de emisiones, lo que permite al Gobierno chino cierto margen de maniobra para que su economía, altamente dependiente del carbón, siga creciendo.

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