Chinchilla viaja a Isla del Coco para supervisar sistema vigilancia marítima

  • La presidenta saliente de Costa Rica, Laura Chinchilla, viajó hoy a la Isla del Coco (Pacífico), en donde inaugurará parte de un nuevo sistema de radares de vigilancia marítima, el cual permite controlar actividades como la pesca ilegal y el narcotráfico.

San José, 10 abr.- La presidenta saliente de Costa Rica, Laura Chinchilla, viajó hoy a la Isla del Coco (Pacífico), en donde inaugurará parte de un nuevo sistema de radares de vigilancia marítima, el cual permite controlar actividades como la pesca ilegal y el narcotráfico.

Los radares son parte de la Estrategia Nacional de Control y Vigilancia Marítima que busca minimizar los costos de operación de las actividades tradicionales para hacerlas más eficientes mediante el uso de tecnología de punta.

"El mar es área que estuvo bastante invisibilizada. Por eso es muy relevante el salto de hoy. Este es el viaje más importante y posiblemente el más largo de mi gestión (tardará más de 20 horas). Este es el territorio más lejano que tenemos desde nuestras costas, pero sin duda es uno de lo más hermosos", dijo la mandataria en su discurso.

Previo a zarpar, Chinchilla inauguró el primer radar de seguridad perimetral que se instaló en Caldera, ubicado en la provincia de Puntarenas (Pacífico).

Según informaron las autoridades, el radar tiene un alcance de 50 millas náuticas y fue financiado por Estados Unidos, con un costo de 25.000 dólares, con el fin de controlar la pesca ilegal y el narcotráfico.

El segundo radar, que estará ubicado en la Isla del Coco, tiene una inversión de 3,6 millones de dólares suministrados por la Asociación Costa Rica por Siempre y Conservación Internacional, además del aporte del Gobierno.

El radar, dotado de un sistema especializado de identificación y seguimiento de embarcaciones, tendrá la capacidad de detectar barcos de hasta un metro de longitud a 32 millas náuticas.

Ambos equipos, que entrarían a funcionar después de agosto, tendrán enlace directo al Centro de Datos ubicado en la estación del Servicio Nacional de Guardacostas y al Centro de Control Nacional del Ministerio de Seguridad, asegurando el control de las embarcaciones.

La estrategia incluye la instalación de hasta 13 radares que, junto con equipo de análisis de información, permitirá a las autoridades asegurarse la cobertura de las costas del Caribe y del Pacífico, incluyendo la isla del Coco.

"Es un viaje que para nosotros adquiere un gran simbolismo dentro de la agenda ambiental. He tenido una clara determinación de que Costa Rica ejerza su soberanía de manera efectiva sobre su espacio marino", aseveró Chinchilla, quien el próximo 8 de mayo entregará el poder al presidente electo, Luis Guillermo Solís.

En su discurso, la mandataria saliente resaltó la demanda ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, en contra de Nicaragua, presentada en febrero pasado, para que se delimite la frontera marítima, en el Caribe y en el Pacífico.

Chinchilla destacó la violación de los límites marinos amenazados por Nicaragua para efectos de explotación petrolera en sitios que el país considera propios o donde no se han definido los límites.

La presidenta aseguró que tiene "la plena confianza" de que la próxima administración de Solís le dará continuidad a la política implementada por su Gobierno para tener "una plena garantía de cuál espacio marino" le pertenece a Costa Rica.

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