Cien países mandaron representación al Funeral de Estado por Suárez

    • La ceremonia, que duró una hora y cuatro minutos, fue oficiada por Rouco Varela y es el tercer Funeral de Estado que se celebra en La Almudena.
    • Los tres expresidentes del Gobierno charlaron durante los minutos previos al acto. Rajoy apenas intercambió unas palabras con ellos.
Rouco Varela alerta de que los "hechos y actitudes" que llevaron a la Guerra Civil pueden volver a darse
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David Martínez

El funeral de Estado por Adolfo Suárez, que comenzó puntual a las 19 horas, fue oficiado por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en la Catedral de la Almudena.

A la izquierda del altar se colocaron las autoridades españolas, ordenadas por estricto orden de protocolo. Primero los Reyes y los Príncipes, detrás los responsables de la Casa Real y ya en los bancos convencionales el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y su esposa, Elvira Fernández, los expresidentes del Ejecutivo, el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, el del Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, y los presidentes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero, respectivamente.

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Tras ellos ocuparon lugar todos los ministros, excepto el de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, que asiste al Ecofin, y los 17 presidentes de las comunidades, además de los de Ceuta y Melilla, diputados, senadores y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, o la defensora del Pueblo, Soledad Becerril.

Los expresidentes han charlado entre ellos durante al menos 15 minutos, poco antes de que comenzase a ser interpretado el himno nacional en el órgano de la Catedral de la Almudena con que se ha dado comienzo al oficio.

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, llegó al templo acompañado de Paulino Rivero, presidente de Canarias. Mas estuvo sentado junto al presidente gallego, Alberto Núñez Feijoó, con el que ha hablado durante un buen rato en tono distendido. Mientras, el vicepresidente de la Comisión Europea, el socialista Joaquín Almunia, llegó junto al presidente de la Comisión, Jose Manuel Durao Barroso.

Rajoy apenas ha intercambiado unas palabras con los ex presidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero al llegar a su sitio. El Rey ha permanecido de pie todo el tiempo preceptivo, incluidos los 20 primeros minutos del funeral, apoyado en un bastón.

Don Juan Carlos, la Reina Sofía, los Príncipes, Mariano Rajoy y el hijo mayor de Adolfo Suárez saludaron uno a uno a todos los mandatarios que llegaron, entre ellos el viceprimer ministro británico, Nick Clegg, el secretario de la Armada de EEUU (que representaba a este país en el funeral de Estado por Adolfo Suárez), el presidente del Senado de Francia, Jean-Pierre Bel o el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, que estuvo sentado frente a Rajoy. Acudieron mandatarios de una veintena de países. Más de un centenar, contando a los cuerpos diplomáticos.

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Por el PSOE estuvieron presentes Alfredo Pérez Rubalcaba–que estuvo sentado junto a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella-, Soraya Rodríguez, Cristina Alberdi y Marcelino Iglesias, entre otros. Entre los que acudieron al Funeral de Estado ninguna autoridad destacada acudió a comulgar y la familia Suárez lo hizo de rodillas.

La ceremonia ha durado una hora y cuatro minutos. Los Reyes, Principes y Rajoy se despidieron cariñosamente de la familia Suárez al término de la misma. Dichos familiares se quedaron en la catedral casi una hora más, recibiendo el pésame de todos los asistentes que quisieron tener el gesto y formaron una cola ante ellos.

Este ha sido el tercer funeral de Estado celebrado en la Almudena, tras el del ex presidente Leopoldo Calvo Sotelo y la misa funeral del Décimo Aniversario de las víctimas del 11-M, hace apenas unas semanas.

Se ha puesto en marcha un gran dispositivo de seguridad y han sido cientos los españoles que han acudido a las proximidades de La Almudena para rendir un nuevo homenaje al ex presidente. Decenas de ellos han aplaudido al presidente del Gobierno cuando ha abandonado el templo y les ha dedicado un saludo con la mano. A la puerta se han formado algunos corrillos informales, como el que ha reunido al expresidente del Congreso, Manuel Marín, con Almunia y Barroso, o a la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, con Clegg. Los centenares de asistentes, de Raphael a Landelino Lavilla pasando por María Teresa Fernández de la Vega o Esperanza Aguirre, han abandonado el lugar con cuentagotas hasta dejarlo vacío al filo de las 21 h.

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