Cientos de funcionarios se han concentrado ante la sede nacional del PP, en la calle Génova de Madrid, muchos de ellos tras protestar frente al Congreso de los Diputados por los recortes anunciados por el Gobierno y, en particular, por la supresión de la paga de Navidad de los empleados públicos.
Los concentrados, entre ellos numerosos bomberos y funcionarios de policía de paisano, llegaron hasta la calle Génova entre gritos contra el Ejecutivo, su presidente, Mariano Rajoy, y los diputados.
"El siguiente parado, que sea un diputado", fue una de las consignas más coreadas, antes de que el grueso de los participantes en la protesta se disolviera pacíficamente.
Los manifestantes no portan ninguna pancarta ni exhibían banderas, aunque muchos de ellos hacían sonar silbatos y bocinas constantemente.
La sede del Partido Popular permaneció en todo momento fuertemente custodiada por agentes de las unidades de intervención policial.
Precisamente, como hay policías entre los concentrados, muchos de ellos han animado a sus compañeros a sumarse a la marcha y han charlado de forma distendida con los uniformados.
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