Cientos de miles de personas gritan por el cambio y la elección de Capriles en Caracas

    • El candidato opositor convocó a sus seguidores en un histórico bastión chavista de Caracas en una demostración de fuerza.
    • Sin embargo, a pesar del optimismo de Capriles, la mayoría de las encuestas lo colocan, al menos, 10 puntos por debajo de Maduro.

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El candidato opositor venezolano, Henrique Capriles, convocó el domingo a centenares de miles de seguidores en un histórico bastión chavista de Caracas, desafiando al presidente y aspirante oficialista, Nicolás Maduro, a sólo una semana de las presidenciales.

Acostumbrada a teñirse de rojo con los fieles seguidores del fallecido presidente Hugo Chávez, la avenida Bolívar del centro de la capital lució abarrotada de opositores enfundados en los colores amarillo, azul y rojo de la bandera venezolana.

Cientos de miles de venezolanos marcharon desde diversos puntos de la capital para encontrarse con el candidato que el próximo domingo tentará el sillón presidencial por segunda vez en seis meses tras la muerte de Chávez, quien luchó casi dos años contra un cáncer originado en su pelvis.

'Hoy las calles de Caracas se llenaron de alegría, de esperanza. Hoy las calles de Caracas confirman lo que va a pasar el próximo domingo', dijo Capriles, también gobernador de Miranda, luciendo una camisa color vinotinto como la de la selección de fútbol.

'Lo que vemos en las encuestas, lo vemos en las calles: estamos ganando y vamos a ganar este proceso. Veinte días atrás eso parecía imposible', agregó el político de 40 años, rodeado de banderas de la treintena de fuerzas opositoras que lo apoyan.

Sin embargo, a pesar del optimismo de Capriles, la mayoría de las encuestas lo colocan, al menos, 10 puntos por debajo de Maduro.

Capriles llegó al estrado tras recorrer un enjambre humano de varios kilómetros sobre una camioneta desde donde repartió gorras con los colores de la bandera venezolana.

Ambos candidatos están enfrascados en una corta carrera presidencial -de apenas 10 días- donde recorren hasta tres pueblos por día intercambiando acusaciones de grueso calibre.

Ante una masiva audiencia en el estado occidental de Portuguesa, Maduro acusó el domingo a Capriles y un cercano colaborador de urdir un plan para asesinarlo.

'Armando Briquet (miembro del comando opositor) es el enlace que puso Capriles con los mercenarios que ha mandado la derecha salvadoreña para sabotear el sistema eléctrico. Mercenarios para asesinar hombres y mujeres en Venezuela, que traen un plan para matarme a mi', dijo.

Maduro había denunciado el sábado un supuesto complot para herirlo. Y el domingo Capriles le respondió: 'Nicolás, no seas ridículo'.¿Cambio o socialismo?

Maduro, designado por el propio Chávez como su sucesor, intenta emular a su jefe y propone seguir guiando a Venezuela por la senda del socialismo del siglo XXI con gran control estatal sobre la economía y enormes dádivas sociales.

Capriles, por su parte, propugna un Gobierno inspirado en la obra del brasileño Lula da Silva que, en apenas ocho años, arrancó de la pobreza a 20 millones de sus compatriotas.

El próximo domingo los venezolanos saldrán a votar con el legado de 14 años de Chávez aún fresco en la memoria, pero reconociendo a la inflación y la inseguridad como sus principales dolores de cabeza, según encuestas.

'Este país está destrozado. Capriles está prometiendo y es un hombre estudiado. El otro (Maduro) es un inmaduro que quiere ser una copia de Chávez, porque Chávez fue un líder para ellos no lo voy a negar, pero él no tiene nada arriba', dijo Gisela Quesada, una enfermera de 68 años durante el acto opositor.

Los comicios del domingo 14 de abril definirán el futuro del chavismo sin Chávez y el destino de las mayores reservas de petróleo del mundo que yacen en suelo venezolano.

Diversos países de la región inscritos en la órbita socialista cruzan los dedos para que el triunfo de Maduro, de 50 años, que les permita seguir recibiendo crudo venezolano en condiciones preferenciales.La gira de Maduro

La tarde del domingo, Maduro encabezó una gigantesca concentración en el estado suroriental de Apure. Más tarde, siguió su gira por los llanos del país en Guárico y Portuguesa.

Como en los múltiples pueblos que ha recorrido, Maduro evocó a Chávez en reiteradas oportunidades y mostró la última alocución pública del fallecido líder cuando pronuncia lo que terminó siendo su último designio: que voten por Maduro.

'Yo no tengo dudas: nosotros vamos a triunfar el próximo domingo y yo voy a ser presidente de la República Bolivariana de Venezuela', dijo Maduro bajo los 43 grados Celsius de Apure.

A pesar de que el chavismo está seguro de su triunfo, el jefe de su comando de campaña, Jorge Rodríguez, aseguró que el triunfalismo y la abstención podrían jugarles en contra.

'Hago un llamado a todas nuestras fuerzas para que no caigamos en triunfalismos. Ellos (la oposición) están recurriendo a una serie de tácticas de baja estofa para incitar a que sus votantes, movidos por el odio, salgan a votar y los nuestros, tomados por el triunfalismo, se queden sin votar', dijo en una entrevista en el canal estatal.

La oposición ha acusado al Gobierno de sacar ventaja en la campaña gracias a la utilización de los recursos estatales y del enorme aparato de televisoras y radios.

'Esta lucha no es fácil, es contra los poderosos. Yo la califico como una lucha espitirual', dijo Capriles el domingo.

Organismos no gubernamentales como el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) han pedido encarecidamente al árbitro electoral que 'ejerza una vigilancia estricta a fin de que de evitar el ventajismo y asimetrías, como las que ya se vienen apreciando'.

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