¿Por qué el PP tardó tanto tiempo en salir a defender a Cifuentes en el caso máster?

  • Pablo Casado descarta el fuego amigo en el caso y justifica la ausencia de defensa del PP que no quiso salir hasta que ella hablara con datos.
Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid.
Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid.
EFE

¿Por qué tardó el PP tanto tiempo en defender a Cristina Cifuentes en el caso máster? Es la pregunta que muchos se hacen cuando los diputados se quedaban mudos en el Congreso y nadie del PP salía a la palestra a defender a una de sus estrellas. La idea del fuego amigo cobraba fuerza.

Pablo Casado reconoce a la informacion.com que "el PP nacional brinda todo el apoyo a Cifuentes" y que "si no se salió antes a defenderla fue... porque ella no salió antes a explicar lo sucedido". Aunque rápidamente quita hierro al tema recordando casos como el de Soria, al que se acusó de precipitación. "Cifuentes salió cuando tuvo los datos".

No ve Casado"fuego amigo" en el caso máster, aunque lo cierto es que Cifuentes es un verso suelto que puede volar alto a nivel nacional, que pasea por los platós con solvencia y que acaba de bajar los impuestos como nadie. Y ya se sabe lo que ocurre con los versos sueltos del PP, no suelen terminar la estrofa (para muestra Aguirre y Gallardón). Casado defiende la labor de Cifuentes y cree que la atacan porque "no pueden enmendar su política". Tampoco cree que Cs, pese a que ha hablado de 'tufillo raro' y tardanza en dar explicaciones, vaya a apostar por una moción de censura, que el PSOE ya se piensa.

Casado, que lleva tiempo con el cartel de candidato al Ayuntamiento, no lo confirma pero tampoco teme entrar en la guarida de Madrid, "no hay problemas orgánicos ni enquistados en Madrid". ¿Y teme enfrentarse a situaciones parecidas a estas si es finalmente candidato? "Va en el cargo, a mí ya me atizan con el tema catalán", señala.

Lo cierto es que el PP nacional, tras la parálisis inicial, salió luego en tromba en defensa de Cifuentes. Cospedal calificaba las acusaciones de "mezquinas, machistas y miserables" y defendía que "a algunos les gustaría conseguir lo que no consiguió un accidente de tráfico mortal (sic)". Feijóo, que en los últimos tiempos no se pierde una, tampoco mostró dudas sobre la inocencia de Cifuentes. Tampoco Catalá. Pero eso en política significa poco.

Una presidenta con muchos enemigos

"Tolerancia cero afecte a quien afecte". Bochorno ante las cuentas en Suiza de compañeros del PP. Nadie lo olvida. Ni dentro ni fuera de su partido. Fueron las palabras más repetidas por Cifuentes cuando Esperanza Aguirre estaba acorralada por algunos nombramientos que le habían salido "ranas". La 'lideresa' se derrumbó y lloró cuando su mano derecha, Ignacio González, fue detenido por el 'caso Lezo'. Cifuentes no. La convivencia entre ambas en campaña fue cuanto menos, tensa. Nunca fueron un equipo. Ganó 'la nueva rubia del PP', Aguirre perdió. El camino para mandar en el PP de Madrid estaba libre... y quién sabía el futuro.

La hoy presidenta de la Comunidad de Madrid, en el punto de mira por un máster obtenido en la Universidad Rey Juan Carlos,(es acusada de no haberse presentado a dos asignaturas que fueron calificadas con notable y hay dudas sobre su trabajo de fin de máster), siempre ha defendido que fue ella quien sospechó de irregularidades en la compra de la empresa brasileña Emissao por parte de Canal de Isabel II y presentó papeles ante la Justicia. De un PP madrileño en el que los espías perseguían a propios compañeros de partido ella se alejaba en cada contacto con la prensa.

En su comparecencia sobre los casos de corrupción del PP madrileño (nada menos que tres secretarios generales han sido acusados por la Justicia en las últimas dos décadas), señaló a Génova como el lugar al que le competía abrir investigaciones sobre Granados y González y no a ella. Arriesgado. De Granados, al que le interpuso una querella, dijo que era "un mentiroso, mezquino y miserable" por intentar involucrarla en la presunta financiación irregular del PP. No solo eso, este dejó caer una relación sentimental con Ignacio González y destacó que ella eran los ojos y los oídos de este. Cifuentes le llamó "presunto delincuente", se indignó por su machismo, y argumentó que "ella tenía el terrible defecto de decir la verdad". Le presentó una querella sin dudarlo. Esta vez, en el 'caso máster', para sorpresa de todos, ha tardado muchas horas en dar la cara. Y eso ha provocado sorpresa. 

CIFUENTES sufre por  EL 'CASO MASTER'

La presidenta, en la cama y con gripe

"Está bastante tocada físicamente y se encuentra con gripe en la cama", confesaba el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken, ante la ausencia de la presidenta de Madrid en el acto de toma de posesión del rector de la Universidad de Alcalá de Henares, José Vicente Sanz. "No se trata de discutir sobre ese trabajo. Se trata de un linchamiento político, de una utilización política para dañar la imagen de alguien, que es la presidenta de todos los madrileños y a quien se le debe el respeto de una persona que tiene una trayectoria intachable desde el punto de vista del servicio público", ha recalcado.

El portavoz del PSOE-M de la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, ha recordado que es "urgente aclarar" lo sucedido con el máster de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) de la presidenta regional porque "de no hacerse se daña seriamente a la universidad". Esta ya ha dicho que expondrá toda la información sobre la investigación en curso.

Es una mujer que aspira a todo

Jesús Gómez Ruiz, el hombre del PP (hoy en la Asamblea madrileña) que denunció en el partido la cuenta de Ignacio González en Suiza, -"para algo sirvió, no fue candidato, aunque luego me pasara factura"-, cree que se ha montado una montaña de un grano de arena, y considera que "estamos ante un intento de llegar al poder de los que no pueden lograrlo mediante las urnas. No parecen motivos muy sólidos. Y lo digo yo que creo que es un deber cívico ir contra la corrupción, pero esto son pirañas intentado llevarse un trozo de carne. Y hoy es Cifuentes, pero mañana puede ser otro", desgrana Gómez.

Eso sí, poner la mano en el fuego no la pone ni por Cifuentes ni por nadie, "por la familia y la pareja... y a veces fallan", destaca. "El tema del máster es muy menor, no hablamos de una carrera en Harvard, sino de un título en el que la mayoría de la nota es un trabajo y que ¿cuánta gente suspende?". Sí cree Gómez que "Cifuentes es un valor nacional dentro del PP", y que "todo el mundo aspira a ser algo más, porque todo soldado lleva el bastón de mariscal y en eso consiste ser político. Y ella tiene capacidad para llegar a ser ministra o presidenta".

De las misma opinión es Gabriel Elorriaga, que aunque se considera retirado de las batallas de la política, reconoce que "es un dato objetivo que Cifuentes es un activo del partido si tenemos en cuenta que es de las pocas que preside una CCAA, y una con proyección nacional". Ahora cree que "depende de sus socios, aunque él tiene una confianza limitada en el periodismo de investigación".  

Por el momento el caso máster no tiene visos de parar y perseguirá a Cifuentes. El rector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Javier Ramos, ha ordenado abrir un procedimiento administrativo para aclarar lo sucedido con el máster de la presidenta regional, que no ha dado explicaciones en el pleno de la Asamblea.

No obstante, el tema máster la sobrevoló como no podía ser de otra forma, al estilo político español. "Parece mentira que usted haya estudiado un máster en financiación económica. Porque es verdad que lo ha estudiado, ¿no?, ¿o la clase en la que explicaban los beneficios de bajar impuestos para reactivar le economía usted se la saltó?", preguntaba a Cifuentes el portavoz de Ciudadanos, Ignacio Aguado. Podemos le acusó de empeorar la ley del suelo, quizá porque había "hecho algún máster con los mejores profesores de especulación urbanística", mientras que el PP se defendía acusando a Errejón de tener "un sobresaliente en el máster de chanchullos y corruptelas universitarias". 

¿Declina la estrella de Cifuentes entre comisiones y acusaciones? ¿Es víctima de su proyección nacional o del fuego amigo? Está claro que la presidenta no está en su mejor momento. Rivera ya le ha pedido que no se esconda, Errejón que enseñe su trabajo, pero la firmeza de Cifuentes con Granados no se ve ahora. Y extraña. 

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