Cillán dice que hasta que no le notifiquen el juicio oral "ese auto no vale"

Madrid, 26 mar.- La titular del Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, Coro Cillán, ha señalado que mientras no se le notifique personalmente la apertura de juicio oral, que ha dictado contra ella el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) por un delito de prevaricación, "ese auto no vale".

En declaraciones a Efe, la magistrada ha indicado que no ha sido notificada de la decisión adoptada por el juez que instruye el caso Emilio Fernández Castro, que ha decretado la apertura de juicio oral contra Cillán por un delito de prevaricación en relación con la administración judicial de la discoteca madrileña Moma.

"Me tenían que haber notificado el auto de apertura, tal y como estipula la ley de Enjuiciamiento Criminal", ha explicado Cillán, que ha añadido que su abogado, el magistrado Adolfo Prego, sí ha tenido conocimiento de ello, con el fin de comenzar la defensa.

En su opinión, la notificación es un acto "personalísimo" y hasta que eso no suceda "no vale", ha afirmado la jueza, que ha apuntado que no valorará la apertura del juicio oral "hasta que no se le notifique expresamente".

En diciembre de 2011, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) abrió expediente disciplinario a Cillán por la presunta comisión de tres faltas muy graves y una más de carácter grave en relación con la clausura de la discoteca madrileña Moma y la designación de los administradores judiciales de la misma.

Uno de los propietarios de la discoteca denunció ante el Consejo que la magistrada estaba colaborando con sus socios para conseguir el traspaso del establecimiento, de modo que cuando el 21 de septiembre de 2011 éstos le denunciaron por supuesta administración desleal, Cillán acordó el precinto del local y, al día siguiente, nombró a un administrador judicial, según señalaron fuentes jurídicas.

Además, ese día, según añadía el denunciante, la jueza cenó en un restaurante de Madrid con el abogado de sus socios y posteriormente sustituyó a los administradores judiciales por otros, entre los que figura uno que tiene relación de amistad con la propia Cillán.