Cisma entre los socialistas portugueses a un año de las legislativas

  • La ajustada victoria en las europeas del domingo ha abierto un cisma sin precedentes en los últimos años en el Partido Socialista (PS), el principal de la oposición en Portugal, a solo un año de las elecciones legislativas.

Antonio Torres del Cerro

Lisboa, 28 may.- La ajustada victoria en las europeas del domingo ha abierto un cisma sin precedentes en los últimos años en el Partido Socialista (PS), el principal de la oposición en Portugal, a solo un año de las elecciones legislativas.

Los escasos cuatro puntos de ventaja obtenidos sobre los partidos conservadores que apoyan al Gobierno han desatado luchas internas por el control del PS que han culminado con el órdago lanzado por el popular alcalde de Lisboa, António Costa, al actual secretario general, António José Seguro.

"Estoy disponible, no quiero que haya ningún tabú, equívoco, estoy disponible para asumir mis responsabilidades", refirió Costa, regidor de la capital portuguesa desde 2007 y ministro de Interior entre 2005 y 2007.

Esta candidatura oficiosa ha llevado a Seguro a convocar para hoy mismo una reunión de urgencia con el alcalde, de 52 años, de la que aún no han trascendido informaciones, y ha creado un revuelo general en uno de los tradicionales partidos lusos, que se alternado el poder con el centro-derechista PSD las cuatro últimas décadas.

Entre el martes, día del anuncio del popular Costa, y hoy, las reacciones de los socialistas han oscilado entre voces favorables a un cambio -achacan a Seguro falta de empatía con los votantes- y otras contrarias a cambiar el timón del PS a solo un año de las legislativas, cuyo principal rival es el gubernamental PSD.

"La legitimidad democrática del actual secretario general es absoluta (...) Quien quiera disputar elecciones deberá crear las condiciones necesarias para hacerlo de acuerdo con los estatutos", expresó el líder de la bancada socialista en el Parlamento, Alberto Martins.

En la misma línea, se pronunció el cabeza de lista para las europeas, Francisco Assis, que precisamente perdió en julio de 2011 el combate por la dirección del partido frente a Seguro, sucesor del carismático exprimer ministro José Sócrates (2005-2011).

"La cuestión del liderazgo no se puede, o no se debe colocar en las presentes circunstancias, y quiero que quede claro que, si la cuestión del secretario general tuviese que votarse, apoyaré al actual, António José Seguro", constató Assis.

Los detractores de Seguro, no obstante, le achacan no haber sabido capitalizar el enorme descontento de los portugueses por las empobrecedoras medidas de austeridad aplicadas por el Ejecutivo liderado por el PSD y coaligado con el CDS-PP a instancias del programa del rescate de la troika.

Los socialistas deben "retomar la relación de confianza" con los portugueses para "alargar" su base electoral, tanto los votantes de izquierda como en los de la derecha, apreció Jorge Lacao, veterano socialista que presentó hoy su dimisión como miembro del Secretariado Nacional del PS.

El 31,5 por ciento de apoyos electorales (ocho eurodiputados), frente al 27,7 por ciento de los gubernamentales PSD y los democristianos del CDS-PP (siete), fueron considerados insuficientes por los barones del PS.

"La victoria no debería haber sido aclamada con el entusiasmo con el que lo hizo su líder", afirmó el expresidente Mário Soares, de 89 años.

Hubo otras opiniones matizadas, como la del barón fundador Manuel Alegre (ex candidato presidencial), o la de Eduardo Ferro Rodrigues, exsecretario general de los socialistas entre 2002 y 2004.

Ferro Rodrigues instó a Seguro, de 52 años, a convocar elecciones directas y un congreso extraordinario para trabajar de cara a los comicios legislativos previstos para 2015 "bajo un liderazgo indiscutible" apoyado tanto por los militantes como por la sociedad.

El sábado en la localidad de Torres Vedras (norte de Lisboa), se celebrará un congreso para evaluar los resultados electorales del domingo en los que los socialistas apenas mejoraron tres puntos respecto a las legislativas de 2011 (28 por ciento), consideradas una de las mayores debacles del PS.

En los comicios del domingo, destacó también la elevada abstención, que batió un nuevo récord (66,1 por ciento), así como el ascenso del tertuliano y polemista António Marinho e Pinto en su primera experiencia al frente de un partido (7 por ciento de los votos y dos eurodiputados).

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