CiU compara la comisión de investigación con el tribunal de una dictadura

Barcelona.- El diputado de CiU en el Parlament Jordi Turull ha comparado la comisión de investigación sobre el caso Palau de la Música con el tribunal de un régimen dictatorial, ya que la ve parcial, "tramposa" y diseñada para perseguir a Convergència.

Así se ha expresado Turull en la primera sesión de trabajo de la comisión de investigación, en la que se ha aprobado el calendario de sesiones, la lista de comparecientes y peticiones de documentación.

Después de denunciar que PSC, ERC e ICV-EUiA han vetado la comparecencia de los consellers Antoni Castells, Joaquim Nadal y Joan Manuel Tresserras, así como la de otros dirigentes socialistas, Turull ha dicho que al tripartito "se le ve el plumero".

"La comisión recuerda mucho a aquellos tribunales políticos que la gente de nuestra generación se pensaba que sólo conocería por los libros de historia", ha afirmado.

Será una comisión, según Turull, en la que sólo comparecerán aquellas personas que el tripartito "ha querido", por lo que los grupos del Govern jugarán "con las cartas marcadas" y sin dar la posibilidad de investigar las posibles irregularidades que puedan salpicar al PSC.

Antes de constituirse formalmente la comisión la semana pasada, CiU propuso extender su ámbito de investigación al caso Pretoria, pero ante la negativa del tripartito, pretendió entonces citar a declarar a la comisión de investigación a varios altos cargos del Govern y del Ayuntamiento de Barcelona.

PSC, ERC e ICV-EUiA han rechazado hoy en la comisión todas las comparecencias políticas de consellers y ediles socialistas o de ERC, solicitadas por la oposición, lo que ha indignado a CiU.

"Ustedes sólo aceptan aquellas comparecencias que les van bien o les interesan", ha denunciado Turull.

El portavoz adjunto del PSC en el Parlament Joan Ferran ha lamentado el tono utilizado por Turull en su intervención inicial y ha negado que la intención de su grupo sea convertir la comisión de investigación en un "campo de batalla político" contra CiU.

Ferran ha recordado además que el tripartito no ha querido cebarse con CiU y, al menos inicialmente, ha renunciado a pedir la comparecencia de pesos pesados del anterior gobierno de Jordi Pujol.

El diputado de ICV-EUiA Daniel Pi ha replicado a Turull diciendo que esta comisión "no es ni un tribunal político ni una comisión técnica" y ha negado que exista una "caza de brujas" contra CiU.

Pi ha advertido a CiU de que no piensa caer en su "provocación" y ha asegurado que, si en el transcurso de los trabajos de la comisión se considera necesario citar a otras personas, se ampliará la lista de comparecientes.

El diputado de ERC Pere Bosch también ha justificado el listado de comparecencias aprobado, porque pueden ayudar a averiguar si hubo una "trama política del caso Millet", si bien ha asegurado que su grupo no se cierra a "ninguna comparecencia en el futuro, sea del cariz que sea".

"Si hace falta que comparezcan consellers o responsables políticos, los pediremos nosotros mismos", ha prometido.

Desde el PP de Cataluña, el diputado Santiago Rodríguez se ha quejado, como CiU, de que el tripartito haya dejado fuera de la lista a personalidades políticas vinculadas al PSC.

Por su parte, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha calificado la comisión de investigación de "pseudotribunal" del tripartito, ya que se han rechazado las comparecencias que podían ser más comprometedoras para el Govern.

Rivera, además, ha denunciado la "guerra fría" que mantienen CiU y PSC, cada uno amenazando al otro con apretar el "botón" para hacer estallar los casos de corrupción Palau y Pretoria, que pueden salpicar a dirigentes de ambas formaciones.

La comisión ha aprobado hoy por unanimidad una cincuentena de comparecencias, 37 de ellas propuestas por el tripartito.

El presidente de la comisión, Pere Vigo, ha explicado cuál será el plan de trabajo, muy parecido al de la comisión sobre el incendio de Horta de Sant Joan: se reunirá los lunes y los martes, de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 19.00 horas, con la idea de escuchar a ocho comparecientes diarios, repartidos en seis sesiones.