Clamor por Feijóo mientras Cospedal y Soraya apuntan a disputarse el número 2

  • El PP apunta a una candidatura única liderada por Feijóo y la pelea entre las dos 'damas de Rajoy' se centra ahora en ser su secretaria general. 
Mariano Rajoy, todavía presidente del PP.
Mariano Rajoy, todavía presidente del PP.
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Mariano Rajoy, todavía presidente del PP.
Mariano Rajoy, todavía presidente del PP / Facebook

El congreso extraordinario que convocará el PP para medidos de julio y que elegirá al sucesor de Rajoy ha desatado ya los primeros movimientos de las diferentes facciones con posibilidades de ocupar el despacho de presidente de la séptima planta de la calle Génova. Hay enfrentamientos, amistades, envidias, vetos... y diferentes estrategias en la sombra, todo ello encaminado a evitar un Congreso como el de Valencia en junio de 2008, cuando el marianismo estuvo contra las cuerdas por el envite librado por Esperanza Aguirre. Ya hay tres nombres situados en la parrilla de salida, Alberto Núñez Feijóo, María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, sobre quienes pilotará la sucesión. Así lo creen diferentes cargos populares consultados por La Información. Esta es la situación de cada uno de ellos de cara a esa carrera sucesoria.

Alberto Núñez Feijóo, el aclamado

El presidente de la Xunta concita la mayoría de los comentarios favorables. Clamor es el término que mejor define los deseos de buena parte de un partido que necesita renovarse este verano y que aún no termina de asimilar lo sucedido en estos días de infarto. "Es unánime, Feijóo debe ser el sucesor", afirman en el PP. Internamente le definen como "el perfecto gallego" y "una persona muy lista". Destacan de él que siempre ha estado en segundo plano y que sus intervenciones han sido medidas al detalle: por ejemplo, cuando esta misma semana ha afirmado "me repugnan y lamento las corruptelas descubiertas en mi partido" o cuando apareció en Salvados con Jordi Évole sabiendo que le iban a preguntar por las famosas fotos con el narcotraficante Marcial Dorado. 

Fotografía Núñez Feijóo
Alberto Núñez Feijóo en la puerta de Génova / EFE

De Feijóo se cuenta en el PP que no se le conocen enemigos declarados, pero tampoco amigos íntimos. "Se lleva bien con todo el mundo y conoce a la perfección el partido", aseguran. Quizá por eso se quitó del foco cuando comenzó a hablarse de la posible sucesión de su paisano Rajoy y repitió una y otra vez que su compromiso era con Galicia. Tampoco le ha importado ausentarse en comités ejecutivos del PP considerados clave, como aquel de enero de este año en el que el presidente habló de un "rearme programático" y otros anteriores en los que su partido se encontraba asediado por diversos casos de corrupción. En Génova no pasaron precisamente desapercibidas sus ausencias.

En la última campaña electoral en Galicia, el que fuera presidente de Correos recibió una recomendación de su equipo y la puso en práctica: no te fotografíes con demasiados cargos del PP de la dirección nacional o de otras regiones, le dijeron. En realidad, el mayor hándicap para el presidente gallego son las imágenes que se publicaron en el diario El País con el narcotraficante Dorado. Él ha dicho ya en varias ocasiones que no sabía a qué se dedicaba aquel acompañante, pero el daño está hecho. Incluso, circula la teoría en el PP de que habría más imágenes, listas para ser utilizadas en el momento oportuno. "El partido es una máquina de triturar personas y no me extrañaría que hubiera más", afirma un cargo veterano que ha visto pasar por delante de él diferentes 'cadáveres' políticos por las guerras internas.

Cuentan en el PP que la relación de Feijóo con otra candidatable, Soraya Sáenz de Santamaría, no es la mejor. Hablan de roces debido a que en el equipo del gallego se acusa al entorno de la exvicepresidenta de la filtración de las fotos de la discordia. En cualquier caso, apuntan, las sospechas y los celos a la hora de configurar equipos no son buenos. Desde el entorno de Saénz de Santamaría, por su parte, afirman que se conocen desde hace muchos años, cuando la entonces portavoz en el Congreso apoyó especialmente la primera campaña que ganó Feijóo en Galicia en 2009.

Soraya Sáenz de Santamaría y los pata negra

La 'ex vice' es una fija en las quinielas, pero a día de hoy en el PP ven más inconvenientes que ventajas si ella es la elegida en ese congreso extraordinario del próximo mes. Sus mayores enemigos son miembros de los llamados 'pata negra', es decir, los dirigentes que llevan toda la vida en el partido, que conocen las interioridades del mismo y que consideran clave el papel que dan los cargos a los diferentes gobiernos. Su lema es "sin el partido el Gobierno no aguantaría" y ven a la vallisoletana como una "advenediza" a la que no le ha importado descuidar a las bases y a los cargos intermedios. "En el PP es clave llevar muy a gala ser del partido de toda la vida y Soraya no lo es, se la empezó a conocer cuando Rajoy confió en ella", concluyen.

Soraya Sáenz de Santamaría se despide de Mariano Rajoy
Soraya Sáenz de Santamaría se despide de Mariano Rajoy / EFE

Aparte de las críticas públicas de Margallo, el mayor punto débil de la ahora diputada rasa es su escaso poder territorial, algo que contrasta con la relación que mantienen su archienemiga María Dolores de Cospedal con determinados barones del PP y que inclinan la balanza de apoyos a su favor: la secretaria general controla Andalucía y su Castilla-La Mancha de forma clara. Castilla y León no es precisamente 'sorayista', a pesar de ser de Valladolid. Y País Vasco, con Alfonso Alonso, es cláramente de la 'ex vice'. Tampoco ha concurrido nunca como cabeza de cartel a unos comicios.

María Dolores de Cospedal y Bárcenas

La todavía número dos del PP cuenta con apoyos territoriales y con la ventaja de haber sabido movilizar al partido en torno a la figura de Rajoy para ganar las últimas tres elecciones generales. También ha gobernado en su tierra y se quedó a apenas unos cientos de votos de hacerlo por segunda vez en esta legislatura. Pero esta trayectoria también ha generado 'cadáveres' políticos que no le tienen demasiado aprecio. Por citar un caso, el entorno de Esperanza Aguirre, que no olvida cómo Cospedal apostó por Cristina Cifuentes sin ambages y dejó en el dique seco al anterior equipo.

Cospedal
Cospedal / EFE

La ex ministra de Defensa también cuenta con otro problema, que no es precisamente pequeño. Y es que se avecina el juicio por los papeles de Bárcenas y Cospedal se enfrenta a una posible declaración en sede judicial como testigo. ¿Otro paseíllo?, se preguntan en el PP. Su relación con Feijóo, cuentan en su entorno, es buena, aunque el gallego se manifestó en contra de que un miembro del Consejo de Ministros pudiera, a la vez, ocupar la secretaría general del partido.

Los movimientos de las dos 'damas' de Rajoy, por tanto, parecen ir más bien encaminados a convertirse en la futura secretaria general del posible presidente Feijóo. El sillón que va a dejar Rajoy parece que tiene un nombre asegurado cuando él mismo decida comunicar que da el paso de presentarse. Ya ha dicho que lo hará saber cuando se convoque el congreso este mismo lunes.

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