La Ley de Cambio Climático que sale este martes del consejo de ministros es uno de los proyectos estrella de la legislatura. El Gobierno da luz verde así a un proyecto clave en el mandato de la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribera. Pero el anteproyecto de ley tendrá mejoras. Ya lo han pactado Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de cara a la tramitación parlamentaria. En concreto, se modificarán algunas exigencias para convertir a la ley en un proyecto aún más ambicioso, según confirman fuentes gubernamentales.
El anteproyecto de Ribera se verá así sometido a cambios importantes durante el trámite en el Congreso. En concreto, PSOE y Unidas Podemos han acordado incrementar los niveles de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el porcentaje de energías de origen renovable en el consumo de energía final, el porcentaje de energías renovables en el sistema eléctrico y la mejora de eficiencia energética.
En lo referente al nivel de reducciones de gases de efecto invernadero para 2030 el anteproyecto contempla una rebaja de un 20% en los mismos, pero en el trámite parlamentario se elevará a un 23%. Todo ello tomando como referencia las emisiones del año 1990. Asimismo, el consumo de energía final de energía renovable pasará de un 35% a un 42%, lo cual es un incremento significativo.
Del mismo modo, el porcentaje de energía renovable en el sistema eléctrico pasará de un 70% a un 74% ese año 2030 y la disminución del consumo de energía primaria (la no renovable) de un 35% a un 39,5% para la misma fecha. La coalición de Gobierno contempla así un programa más severo y acelerado que el contemplado inicialmente en el departamento que dirige Teresa Ribera.
Este cambio en la ley implicará que las empresas afectadas por la normativa tendrán que ser más ambiciosas en su transición hacia las energías limpias. Todo ello con el objetivo de que España deberá alcanzar la neutralidad climática en 2050, como mucho. En ese momento el cien por cien de la generación de electricidad deberá ser renovable.
Más detalles de la Ley de Clima
El objetivo principal de la ley es también sentar las bases para la descarbonización del país en 2050, cuando el cien por cien de la generación de electricidad deberá ser renovable, además de apostar por la movilidad eléctrica y contemplar acciones, en línea con la Unión Europea (UE), de movilidad e impulso de los vehículos sin emisiones directas en 2050.
Según informa la agencia EFE, el texto, que debe permitir que España cumpla los compromisos internacionales como el Acuerdo de París, incorpora dos herramientas fundamentales de gobernanza de clima y energía: los Planes Nacionales Integrados de Energía y Clima (PNIEC) y la Estrategia de Descarbonización a 2050, ambas determinantes para asegurar los objetivos y metas para el año 2030 y para el largo plazo.
Respecto a la movilidad sostenible, y con vistas a alcanzar en 2050 "un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2", el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima "establecerá para el año 2030 objetivos de penetración de vehículos con nulas o bajas emisiones directas de CO2 en el parque nacional de vehículos según sus diferentes categorías".
Para ello se prevé medidas "de acuerdo con la normativa de la Unión Europea", para que "los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos, excluidos los matriculados como vehículos históricos, no destinados a usos comerciales, reduzcan paulatinamente sus emisiones, de modo que, no más tarde del año 2040 sean vehículos con emisiones de 0g CO2/km".
Igualmente se establece que los municipios de más de 50.000 habitantes cuenten con zonas de bajas emisiones no más tarde de 2023 y se impulsen medidas de mejora de transportes públicos y desplazamientos por otros medios como a pie o bicicleta
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